Little hamster // OFFGUN💚

EXTRA 01🍧

Tiempo Después De La Marca.

—¡No iras!

Off suspiro rendido, no dando la contraria a su oficialmente Omega. En el delicado cuello de Gun, una marca yace allí hecha por un León. Decir que el hámster era tan pegadizo a él, sería mentir. Gun en los primeros días actuaba posesivo, gruñón y muy, muy territorial y unos cambios bipolares que sorprendió a Off.

—Está bien, amor —brindo suaves caricias en las orejitas de su pareja y envolvió a Gun con su larga cola, atrayéndolo a él. Gun lo marcó con su aroma, Off riéndose a los mordiscones en su mentón "Pequeño posesivo". —¿Bebé, mh?

—Veamos películas, P'. ¡De terror! —exclamó emocionado, mirando con ojitos brillosos al mayor. —¡Yo hago las palomitas! ¡Tu busca-

—Espera, espera, Gun —alzó una ceja, cruzando de brazos sobre su pecho. Su noviecito pocas veces veía películas de terror. —¿Seguro? La otra vez no pudiste dormir y tu Omega no se calmó hasta sentirse seguro.

—¡Pero Offie! —chilló dando una patadita al suelo y abultar sus temblorosos labios rositas, sus orejitas se aplastaron y sus orbes poco a poco se llenaron de gotitas cristalinas ¡Sólo había ocurrido una vez! Su pequeño dolor fue transmitido al mayor por la marca que los unía y el hamstersito rogaba su aceptación.

Off no podría creer lo gobernado que se sentía en ese momento. Unos brazos envolvieron su pecho, miró esos ojitos y su corazón no se pudo negar.

—No puedo creer que me hagas esto, amor —juró escuchar una risita, miro sospechoso el pucherito del Omega y exhalo. —Esta bien. Ve por la película, yo haré las palomitas.

Gun al verlo desaparecer por la cocina, chilló en silencio, festejando con un baile ridículo y gracioso por la aceptación del Alfa, fue en busca de una buena película.

Sin duda, a veces amaba tener en pocas ocasiones el mando, su Alfa no podía negarle algo.

Ambos comían tranquilamente las palomitas, viendo cierta película terrorífica. Gun estaba recostado en el pecho de su Alfa, mientras que Off no hacía otra cosa que besar el lechoso cuello del castaño, justamente en la marca y sonreír a los bajitos ronroneos del menor. Era inevitable no besar la zona, aún era irreal la noche que ambos habían dado el siguiente paso... su momento más íntimo y especial. 

Desde que había marcado a Gun, su Alfa no borraba su felicidad absoluta y su corazón no dejaba de latir con fuerza cuando cada mañana veía despertar al castaño, ver con adoración y orgullo su marca. Gun soltó un bajito gemido a los dientes del Alfa morder no tan fuerte su piel, frunció sus cejas y pego el pecho del oji-azul.

—No muerdas, P'.

—Lo siento —se disculpó. Bajando sus manos a aquella cintura, sin dejar de ocultarse en el cuello del hamstersito. Mordió una vez más, está vez paseando su lengua... y succionar más fuerte, escuchando los jadeos del menor. —No puedo evitarlo...

Gun se pinto de carmín al gruñido del mayor, su Omega rogó acurrucarse más contra el Alfa y no se negó. Minutos más tarde, ambos olvidaron por completo la película y hacer otra cosa que más ansiaron... el amor.