Capítulo 13: Menta

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DISCLAIMER: Esta obra no me pertenece, solo me ocupo de su traducción. Todos los créditos a su autor Awnyaa en AO3: https://archiveofourown.org/works/16818475?view_full_work=true

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Diciembre 13.

os ojos de Hinata se agrandaron de alegría y se dirigió directamente hacia un pequeño puesto en el mercado navideño.

Si Itachi no hubiera estado tomando su mano en ese momento, probablemente no habría visto a dónde había ido.

Vio cómo su esposa sonreía alegremente al producto frente a ella, con los ojos brillantes de emoción.

—Hinata, ¿no hace demasiado frío para un helado? —cuestionó.

La mirada que ella le lanzó fue una que raras veces vio en la mujer de genio apacible.

Una mirada oscura, desafiándolo a cuestionar sus elecciones de comida nuevamente.

No dijo una palabra más.

Pidió el helado de menta de temporada, casi chillando de alegría cuando le entregaron el cono grande.

Itachi le pagó al empleado y siguió caminando junto a Hinata.

—He estado deseando menta toda la semana gracias a este pequeño —explicó entre lamidas, su mano libre descansando sobre su gran estómago.— ¡Estoy tan contenta de que hayan vuelto a tomar helado de menta este año!

Si bien Itachi no podía comprender cómo podía comer algo tan frío en este clima, ver su rostro satisfecho lo hizo sonreír.

Continuaron caminando por las calles abarrotadas, mirando los puestos y disfrutando del ambiente del mercado.

Hinata estaba disfrutando feliz de su helado, incluso ofreciéndole a Itachi. Ella pareció bastante encantada cuando él se negó.

La vio saborear el dulce manjar, su linda lengua salía para lamer y recoger la crema rosada.

De vez en cuando hacía un ligero ruido de satisfacción mientras tragaba.

Verla comer su golosina con tanta emoción agitó algo en la parte inferior del abdomen de Itachi, lo que hizo que se pusiera rígido ligeramente mientras caminaban.

Itachi sabía que Hinata no estaba haciendo esto para burlarse de él y por eso se abstuvo de hacer cualquier comentario sobre la forma sensual en la que consumió el cono.

Se detuvo de repente, con los puños apretados y los ojos cerrados con fuerza.

Itachi sintió que el pánico subía a su pecho.

—Hinata —dijo, apresurándose a poner una mano en su espalda— ¿estás bien? ¿Es el bebé?

Ella negó con la cabeza en respuesta.

Sin embargo, Itachi seguía siendo cauteloso, no se apartó de su lado mientras se quedaba quieta por unos momentos.

—Lo siento, Itachi —.Dijo finalmente, mirando a sus ojos oscuros.

—¿Qué pasó? ¿Tuviste algún dolor? —preguntó.

—¡Oh no no! —ella sonrió, agitando las manos frente a su rostro, sonrojándose levemente.

—Entonces, ¿Qué fue?

—Um, congelación del cerebro —.Ella susurró, desviando lentamente sus ojos de los de él.

Itachi parpadeó hacia su esposa.

—Debo haber comido el helado demasiado rápido —.Ella se rio torpemente.

Itachi suspiró y la atrajo hacia él para darle un cálido abrazo.

—Hinata, me asustaste .—Susurró, dejándola ir y tomándola de la mano de nuevo.

Ella le sonrió y se inclinó para darle un beso rápido en los labios.

Continuaron su viaje después de eso, el sabor de la menta se posó agradablemente en los labios de Itachi.

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