" Lo Planeado " [ TsukiHina]

"Confesiones"

Él no pensó que la persona que se encargaría de circular los rumores se encontraba en el mismo salón que Tobio, una risa se escapó de sus labios mientras veía de lejos esa aula e ingresaba a la suya junto a Yamaguchi.

Día en el que Hinata fue a visitar a un Oculista 

Está bien puedes decirle que me resfrié o algo por el estilo – hablo Tsuki - ¿puedes ayudarme por esta vez no? – pregunto al ver la expresión no convencida que le daba su amigo Yamaguchi frente a la puerta de la Preparatoria –

Si bueno, pero deberás ponerte al corriente de inmediato bien? – respondió el peliverde con un puchero – cuida bien a shoyo-san – menciono en susurro despidiéndose de el –

Allí estaba esperando cerca al lugar a que el enano saliera claro que haría ver su encuentro como algo casual, pero ¿Qué le dirá?

Bueno venia de acompañar a Yamaguchi – respondió ante la sorpresa del más bajo quien minutos después le pidió un abrazo claro quien no pediría uno si se encuentra en una situación como esta?, ahora más que nada Tsukishima se encontraba levemente confundido si bien se sentía como la peor persona en el mundo por haberle hecho eso también agradecía en que Hinata confiara en el ahora que eran amigos podrían ser más cercanos, podría saber más de él y definitivamente podría darle el amor que se merecía.

FIN DEL FLASBACK.

¿Pero ahora como había llegado a esto?, se preguntaba al verse a sí mismo moreteado y herido en las mejillas y brazos, había caminado sin rumbo pensando en lo que Hinata le dijo se supone que debía ir a casa ya que no logró llegar a Hinata al lugar que quería. ¿debería enojarse con Yamaguchi o consigo mismo? Después de todo el no tuvo la culpa de haberse topado con un grupo de matones y que fuera golpeado por ellos, si no fuera porque aún estaba consiente pudo escapar aún así perdido su celular o lo robaron mejor dicho.

¿Cómo paso? ¿te peleaste con los de tu equipo? ¿aún te duele? – su mamá estaba más preocupada por él que él mismo - este negó con la cabeza – en-entonces te robaron? ¿fue tu celular? – agrego revisando los brazos del chico – por eso te dije que no me parecía la idea que andes escuchando música mientras caminas por esos lugares peligroso – sermoneó –

Lo siento – murmuro abrazando a su madre quien estaba confundida por el acto repentino de su hijo – lo siento, debía haberte escuchado, perdón no lo volveré hacer – menciono con pequeñas lágrimas en los ojos que amenazaban con salir – a-ahora necesito estar un momento a solas sí? N-no fue un gran día para mi entonces.... – el abrazo de su madre se intensifico apretándolo hacia ella levemente –

Está bien – respondió dándole un beso en la frente separándose de su hijo – no preguntare nada por ahora, pero asegúrate de contarme cuando te sientas más seguro bien? – pregunto acariciando la cabeza del rubio quien había empezado a hacer pucheros definitivamente iba a terminar llorando frente a su madre – iré a curar tus heridas en un momento no te preocupes – comento retirándose a la cocina – tienes suerte hoy prepare tu comida favorita – sonrió –

Mhm – asintió con la cabeza dirigiéndose a su habitación, cuando ingreso a su cuarto no se tomó el tiempo de encender la luz se tiró de un salto a su cama sin taparse, dejo sus lentes a un lado y seco inútilmente sus lágrimas que rodaban por todo su rostro, los sollozos del joven inundaron su habitación tomo una almohada y trato de ahogarlas en ella. ¿Qué haría ahora? ¿Cómo se supone que debía actuar mañana con el enano? ¿lo perdonaría?, ni si quiera podía enviarle los miles de mensajes que él quería enviarle en ese momento porque no tenía un celular y eso solo lo hizo enojar aún más.