Se escuchó un ruido, de la puerta de vidrio golpeándose contra la pared, chillidos de la pequeña mascota, reclamando que venga a verlo. Estaba asustada, entonces fui a ver qué había pasado, pensé que el pequeño cachorro le había pasado algo. Mientras más me acercaba, los lloriqueos se fueron intensificando.
— ¡Cookie! —abrí la puerta de vidrio y salió el cachorro desesperado, con la cara triste, se posiciono en mi rodilla como si dijera que lo cargara— hay pequeño —lo cargue con cuidado y sus lloriqueos bajaron— ya estoy aquí, tranquilo —mientras lo abrazaba me senté en el suelo, lo acariciaba, al parecer, el cachorro se tranquilizaba con las palabras que le decía, parecía como si la hubiera entendido— tranquilo pequeño nadie te hará nada, nadie te va a abandonar, yo estoy aquí —lo abrace sobre protectoramente y los chillidos pararon, tuve como unos minutos abrazada de él. Fueron unos hermosos minutos..— bien pequeño, ya tienes que dormir —acomode su cama y medio dormido se acomodo, para finalmente abrigarlo con una manta, me despedí, sonriéndole y le di un beso en su pequeña cabeza, tranquilamente se quedó dormido y me fui a mi cuarto—.
Al día siguiente, me desperté temprano, no por la alarma, no por mi madre, no porque no tenía sueño. Sino el ruido de anoche, volvió en la mañana, eran casi las 6 de la mañana, y la puerta de vidrio, el lugar donde dormía mi perro. Mi madre se levantó asustada.
—¿Qué pasa? —hablo mi madre, aturdida por la bulla—
—No lo sé —respondí cansada y con un bostezo— al parecer tuvo mala noche, ayer lo deje dormido, como para que duerma bien. Creo que es como un bebe.
—Encárgate de él por favor —se fue de nuevo a su habitación—
Cansada y con ganas de morirme de sueño, fui a ver que pasaba, abrí la puerta, encontré el sitio desordenado. Había hecho sus necesidades, lo bueno es que la cama no estaba sucia ni la manta, abracé al cachorro para saludar.
—Buenos días Cookie, al parecer vamos a tener días sin descanso —lleve al pequeño a un pequeño corral que hice y lo puse, mientras limpiaba sus necesidades y saque sus cosas— listo peque ya puedes pasar —lo saque de su corral y lo deje libre por la casa— por favor no haga nada de desorden —serví su comida y agua— ahora vuelvo, voy a cambiarme.
Bueno era así todos los días, aprendí mucho de mi perro, por ejemplo los horarios que un perro necesita comer y enseñarle hacer sus necesidades. Se que no es la gran cosa, pero en ese momento me pareció algo nuevo para mi.
Esa misma noche el cachorro, no podía dormir y en si, todas las noches al comienzo, tenía que hacerlo dormir, meciéndolo un poco como si fuera un bebe, y acostar en su camita con una canción instrumental, que al parecer le gustaba mucho. Las primeras noches llegaba a dormirme en la madrugada, me despertaba temprano, algunas veces mi madre se encargaba de Cookie.
Adelantando un poco el tiempo, para que no se torne aburrida esta historia, en unos días nos fuimos para que reciba sus primeras vacunas, la cual la veterinaria lo hizo muy bien, le daba una galleta y aprovecha para ponerle la vacuna sin que se diera cuenta. Eso me tenía un poco asustada que algún momento se mueva mientras pone la inyección, como dijo la especialista, podía quedarse inválido a corta edad. También nos dijo, que no podíamos sacarlo a pasear hasta terminar todas sus vacunas.
Pasaron 4 meses, cuando estaba sacando por primera vez a pasear, el pequeño observaba con cada detalle, las cosas o hojas a su alrededor, desde allí las cosas fueron mejorando, era un travieso, ya sus necesidades lo hacia afuera. Pero todo cambió cuando conocí a un chico, de cabello castaño oscuro, con pelo ondulado, él vivía cerca a mi casa, de casualidad tropecé con él, e iniciamos una conversación.
—Ay, perdón —dije apenada— no me fije, estaba sacando un rato a mi perro y andaba distraída por lo que miraba.
—Está bien —dijo el chico mirándome a los ojos— es muy bonito el perro ¿Cómo se llama? se ve que es un buen muchacho
— E-este —respondí un poco nerviosa— se llama Cookie y ¿Tu, como te llamas?
—Prefiero mantenerlo en secreto —me guiño el ojo— y el nombre de tu perro creo que es de hembra, seria mejor que lo pienses mejor, no querrás cambiarle el género.
— Mm, bueno es el nombre que pensé —mi perro empezó a ladrar al chico recién conocido— Cookie, no me hagas pasar vergüenza.
—Bueno fue un gusto haberte conocido — hizo una reverencia— espero vernos pronto de nuevo, nos vemos — siguió su camino.
Algo que sé por experiencia y por casos que vi, es que nunca te dejes llevar por las emociones, tener cuidado con las personas que se muestran muy gentiles contigo, sobre todo las desconocidas, como recién acabas de conocer, puede que tenga un máscara oculta bajo el rostro..
Que grave error...
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//Hola :D perdón por no actualizar tanto tiempo TwT tuve unos problemillas, pero ya los solucione U.U , muchas gracias por la espera :'D bueno ya nos vemos cambio y fuera//
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-Un año para ser feliz 💛//Akira Compa//
PoetryEs mi primera historia espero que les guste \( ̄︶ ̄*\)) tratare de actualizarla seguido o cada vez que pueda