Atenea
Mariano, sus labios no dejan mi cabeza. Besa mucho más suave que sus hermanos, es más tierno y paciente que el resto. Lo digo puesto que a penas bajamos del avión, ya los tenía encima de mí, exigiendo besos y abrazos. Todos y cada uno de ellos me comieron de una manera animal, no quieran soltar mis labios.
Recordar la tarde es la mejor parte. Fuimos a la casa de Peter, guardamos mis cosas en una habitación que compartiría con él -no quería dejarme dormir sola- y descansé un poco antes de la cena. En el vuelo, Rick y Sebastián me dejaron agotada, no creí que estar con varios hombres a la vez era tan agotador. Pero si con dos hombres terminé delirando, con los 6 fue aún más difícil y placentero. Apenas y me dieron tiempo de comer. Recordarlo hace que mi cara sea un tomate.
Flashback
Habíamos llegado a la hermosa casa que se encuentra a las afueras de Londres. Como éramos bastantes, la mitad se fue en un auto y el resto conmigo. Alexander, Andrés, Peter, Adrián y yo fuimos juntos. Rick y Sebastián dejaron que pasará un poco de tiempo con los 4. Yo iba sentada en medio de Peter y Adrián, los demás estaban en los asientos delanteros.
Adrián: ¿Cómo estuvo el vuelo cariño?
Atenea: Bien. Puede dormir unas cuantas horas.
Andrés: ¿Sólo eso hicieron? - interviene en la conversación con un una sonrisa ladeada-.
Atenea: ¿Para qué preguntas entonces? -siempre simpática-.
Andrés: No te enfades, cielo. Quería escuchar de tus propios labios como Rick y Sebastián te comieron el coño y chuparon tus jugos.
Aún siento algo de vergüenza cuando hablamos de esos temas. Sé que me han visto desnuda, pero...
Alexander: Además, tu fotografía es hermosa. No dejo de mirarla.
Atenea: ¿Fotografía? No recuerdo tomarme una con tus hermanos.
Peter: Es porque ellos te la tomaron a ti, fue un momento después de que llegaras al orgasmo.
Es ahí cuando el recuerdo viene a mi mente, Rick parado en la puerta con su celular en mano ¡Mierda! Maldito pervertido.
Atenea: ¡Carajo! ¿Cómo pudo hacer eso?
Andrés: Con su celular, cielo -lo fulminó con la mirada, se cree gracioso-. Bueno ya, no me veas así. Tu misma preguntaste.
Atenea: Eliminen esa foto.
Todos contestan con un rotundo no.
Atenes: Háganlo.
Alexander: No, Atenea. No pensamos eliminar esa obra de arte. Es más, mandaré a alguien a qué pinte una igual y la pondré en mi oficina.
Adrián: Buena idea. Haré lo mismo.
Peter: Pide cinco obras. Todos queremos una.
Atenea: No les he dado permiso. Por si no lo recuerdan es mi cuerpo.
Adrián: Desde algunos días creí haberte dejado claro que nos perteneces. Tu cuerpo de diosa es nuestro.
Atenea: Pero no para esas cosas.
Alexander: Ate, tu cuerpo es una obra de arte. Queremos una pintura para poder adorarte y observarte en el lugar donde más te necesitamos. Eres lo que tranquiliza nuestras mentes y vidas.
Atenea: Te odio. Me has hecho cambiar de opinión con tus halagos, no hay mujer que se resista a algo así.
Andrés: Choca esos cinco, Alex -los desgraciado festejan delante de mí que obtuvieron la victoria-. Ahora solo debemos buscar un pintor que lo haga y luego matarlo.
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Resurgir (+18) (Borrador)
RomanceAdvertencia 🔞⚠️ Esta novela contiene lenguaje vulgar, escenas de violencia, abuso sexual, y daño psicológico. Leer bajo su propia responsabilidad. -------------------------------- Sintió que el mundo se le venía abajo, que en su cabeza no podía cr...