La confesión

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Al día siguiente

POV Bora:

Estuve toda la noche dando vueltas en la cama intentando conciliar el sueño, pero cada vez que cerraba los ojos, mi mente me traicionada. No dejaba de repetirse una y otra vez la imagen de Ada llorando ante mis palabras.

¿Qué se fuera de mi vida? ¡Por favor!
Si eso es lo menos que quiero.

Detesto la forma en que la traté, pero en ese momento no lo pude evitar. Descubrir que me estaba ocultabando otra cosa me molestó demasiado.

Si me lo hubiera dicho antes, no creo que me hubiera molestado, sino todo lo contrario, hubiera podido ayudarla.

Descubrir que "la mujer ideal", esa que tanto me intrigó y a quien añoraba conocer era precisamente la mujer que amo, me confirma mis sospechas...

Ada es la mujer para mí.

Al final, me quedé dormido y sabía que Ada no se iba a dar por vencida e iba a intentar hablar conmigo para aclarar las cosas. Necesitaba que lo hiciera, al principio no aguantaba que hablara tanto y siempre le decía "Sus Ada", pero de un momento a otro, todo cambió.

Llegué a la empresa e inconscientemente lo primero que hice fue buscarla con mi mirada, pero no había señales de ella ni de Güneş.

Quise llamarla, pedirle que volviera a la empresa, decirle que la necesitaba conmigo...

Pero antes de que pudiera tomar el teléfono ella llegó. Todo mi ser se regocijó al verla, pero mi orgullo no me permitió demostrarlo. Venía cabizbaja y me reprendí a mí mismo por haber sido tan rudo con ella.

—¿Ada? —la llamé. —Ada, mírame, por favor —ella aún no lo hacía. Me acerqué un poco, puse mis dedos en su barbilla y levanté su rostro para que me mirara a los ojos.

Ahí estaban, esos ojos verdes que tanto me gusta, pero esta vez no me decían lo mismo. Antes me transmitían paz y amor, pero ahora solo veía miedo, tristeza, dolor...

—Bora, yo... —la interrumpí antes de que pudiera seguir.

—No, no digas nada Ada. Lo siento, siento mucho la forma en que te traté, no te di la oportunidad de explicarte y lo que dije... —cerré los ojos ante el recuerdo intentando borrarlo de mi mente, sin poder creer que esas palabras hayan salido de mi boca.

—Lo siento, no quiero que te alejes de mi —una lágrima cayó por mi mejilla.

—Te perdono, Bora —me alegré solo por un momento, sabía que había un pero y no sé si estoy preparado para escuchar lo próximo que Ada me diga.— Perdóname tú a mí por no habértelo contado antes... —cerró los ojos.

—¿Me lo puedes contar ahora? —la interrumpí porque sentía que en cualquier momento Ada iba a escapar de mi, no lo iba a permitir.— Podemos ir a la terraza, si quieres —di que sí Ada, por favor.

—Esta bien, vamos —su voz sonaba apagada, pero aún así me dirigió una sonrisa de lado.

Al llegar a la terraza, todos los recuerdos del día de ayer volvieron, moví mi cabeza de lado a lado para intentar apartarlos, pero el ver a Ada con la cabeza abajo y sus manos temblando no me ayudó.

—¿Estás bien? —le pregunté.

—Si, si, estoy bien... —no me lo creía, su voz y su rostro me dijeron todo lo contrario, pero asentí porque con lo terca que era sabía que iba a continuar diciéndome que estaba bien aunque supiera que yo ya sabía la verdad.

—Cuéntame todo Ada, soy todo oídos —fijé mi mirada en ella.

Ada estaba nerviosa, no dejaba de jugar con sus manos y morder su labio inferior, cosa que me deslocó por completo.

—Ada... —tomé sus manos y le di un suave apretón en señal de que estaba con ella, de que esta vez la iba a escuchar.—Cuéntame Ada —tomo un suspiro y dijo:

—Todo comenzó cuando... —

Continuará...

Amor verdadero | Baht Oyunu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora