Siempre lo será

366 18 7
                                    

POV Ada:

-Bora... -dije con la respiración agitada y sintiendo como mi corazón latía a mil por hora.

-Ada -dijo Bora con un tono de voz frío y seco.

A pesar de ese tono y actitud hacia mi...
Madre mía cuando había extrañado su voz.

La mirada de Bora estaba clavada en mis ojos y como siempre sucede cuando el esta cerca, sentía que en cualquier momento mis piernas me iban a traicionar.

Muchas veces soñé con nuestro encuentro, pero ninguna de ellas era parecida a la situación actual.

Luego de unos minutos -en los que nos quedamos mirándonos a los ojos esperando que alguno de los dos cediera ante el otro- su mirada cambió de dirección en cuanto vió cómo mi acompañante acercaba su brazo a mi y lo posaba en mi espalda baja acercándome a él.

-¿Estás bien, linda?- por el rabillo del ojo pude ver cómo la mandíbula de Bora se tensaba al igual que sus manos se volvían puños y sus nudillos se ponían blancos de la presión que estaba ejerciendo.

-Estoy bien, Devrim, gracias -dije sonriendo de medio lado mientras que muy disimuladamente me alejaba de él.

Su contacto con mi piel me puso tensa al instante y sabía muy bien la razón.

-Elif, nos vamos -dijo Bora.

Lo miré molesta, quería estar más tiempo con ella, hacia años que no la veía y quería ponerme al día de todo lo que había pasado en estos años. Bora ni se inmutó ante mi mirada.

No quería formar un escándalo así que a pesar de la mirada triste que me dirigió Elif, prometí que pronto nos volveríamos a ver. Ella aceptó y se fue con su tío no sin antes aplicarle la ley del hielo como toda una diva.

En cuanto se fueron, solté de golpe el aire que sin darme cuenta estaba reteniendo.

-Ada, ¿estás bien? -escuché que me llamaba Selin

-Sí, sí, todo bien -le sonreí, pero mis ojos al parecer decían otra cosa porque inmediatamente puso sus poderes de mejor amiga en acción.

-Bueno, yo lo siento, pero me voy a llevar a Ada por unos minutos... -hizo una pausa y me miró nuevamente-. Mejor dicho, unas horas. Devrim, nuevamente es un gusto conocerte, bienvenido y adiós -antes de que pudiera siquiera quejarme por la presión que estaba realizando en mi mano ya me estaba arrastrando a su cuarto.

Al llegar a él, me empujó hasta el pequeño sillón que se encontraba al pie de la cama y se volvió hacía la puerta para cerrarla con llave. Al lograrlo, dio media vuelta, se cruzó de brazos y me miró.

Sólo eso, una sola mirada de mi mejor amiga bastaba para que todo mi cuerpo se tensara, incómodo. No hay nadie que me conozca mejor que ella, lo que puede ser bueno, pero muy malo en algunas ocasiones, es decir, una como esta.

-Ya deja de mirarme así, me incomodas -le dije girándome hacia el lado para evitar su mirada.

-Ya suéltalo Ada -dijo con voz autoritaria.

-¿Que suelte qué Selin? ¿De qué hablas? -dije intentando hacer de eso un tema no importante.

Como si eso fuera posible.

-Ah, ¿no sabes? -yo negué con la cabeza-. Pues deja te refesco la memoria... -hizo una pausa, que lo único que logró fue ponerme los nervios de punta-. ¡Te acabas de encontrar con Bora! -silencio-. ¿Es que acaso no vas a decir nada? Tú, la mujer que siempre tiene algo que decir, simplemente... ¿se va a quedar callada luego de volver a ver al amor de su vida? -Rayos

Amor verdadero | Baht Oyunu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora