Extra: Perfecto

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-Oooooooiiiiiii!!!, por aquí – Desde la entrada fue fácil ubicar a Hinata, no solo por su gracioso cabello si no por su irritante grito, antes de poder llegar a esa mesa junto con Tsukishima, la pequeña bola de pelos anaranjados ya lo estrujaba entre sus brazos – Feliz cumpleaños Yamaguchi – sonrisa resplandeciente.


-Sí sí sí sí sí y un carajo, ya suéltalo – su novio lo salvo de morir de asfixia el mismo día que le agregaba un digito a su edad.


Hinata miro fijamente al rubio – ¿Aun estas enojado por lo del beso? – sin embargo, este lo miro extrañado -Eres gruñón y a veces irrespetuoso, pero no un grosero – Aseguró Hinata mientras tomaba la mano de Yamaguchi y lo llevaba a la mesa donde ya se encontraban algunos de los chicos.


-Que lo sueltes carajo – murmuró ahora para sí mismo, mientras llegaba a esa mesa.


-Oh, aquí está el hombre del día – Nishinoya de inmediato paso su brazo por sus hombros y le revolvió el cabello.


-Ahora tú... que lo suelten ca... aaarg, olvídenlo – el gruñón chico se sentó.


-Tú que te metes – Fué el turno de Takana de intervenir - el hombre del momento es Yamaguchi – Alegremente le palmeo la espalda al pecoso - tú ya tuviste tu día y no lo aprovechaste, deja al cumpleañero ser feliz.


Por un instante el pecoso vio surgir la sonrisa del rubio que lo miraba fijamente, se sonrojo ya que odiaba conocer demasiado a Tsukishima Kei, puesto que esa mirada y sonrisa le gritaba un "Oh vaya que SÍ lo aproveche"

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La fiesta continua totalmente intranquila. Aunque había una pequeña diferencia con el cumpleaños del rubio.


Alegremente le cantaron y cortó el pastel, Ennoshita se encargó de dividir y proporcionar las porciones, obviamente el cumpleañero recibió la más grande... obviamente Hinata y Tsukishima se le quedaron viendo fijamente a su plato, aunque el último lo hizo simplemente porque la rebanada está llena de múltiples fresas.


El pecoso sonrió mientras miraba a sus amigos alegremente conversando y disfrutando de ese pastel, volvió la mirada a su novio – ¿Gustas? – le mostro el tenedor que contenía un pedacito de brillante fresa.


El chico levantó su mano negando, el pecoso sonrió más ampliamente pues era muy evidente para él que su novio mentía- yo ya me empalagué, tómalo por favor – el pastel era deliciosos, pero en verdad le habían dado demasiado, Tsukishima lo miró fijamente y al ver que de verdad no quería pastel aceptó el tenedor que se dirigió a su boca.


-Delicioso – susurro sonriéndole y quedamente susurró – Feliz cumpleaños Tadashi.


El pecoso rio – es la onceava vez que me lo dices en el día – Antes sólo me felicitabas dos veces, ¿pues que ha cambiado? – lo miro fingiendo estar ofendido.


El brazo de Tsuksihima que estaba en su hombro bajo y le apretó ligeramente la cadera, muy cerca de los muslos "Tú sabes bien qué" la intensa mirada le comunicó.

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