¿Capricho o suerte? (Manjiro X OC)

~Capitulo 1~

Mi dia avía empezado bien, no avía nada fuera de lo normal, iba camino a mi trabajo, estudie medicina en preparatoria por petición de mi madre pero al entrar a la universidad decidí que quería ser abogada así que empeze a estudiar derecho.

Hace apenas unos meses salí de la universidad salí sorprendentemente rápido ya que era una de las mejores en mi carrera y me gradué con tesis en cuanto me gradué conseguí trabajo y mi primer cliente.

Akiko: Hola Amelia, buenos días, que tenemos el día de hoy?

Amelia: oh, Aki buenos días, bueno... El jefe te quiere ver en su oficina...

Akiko: A mi?, Ocurrió algo?

Amelia: B-bueno, escuché que estaba algo molesto el día de hoy...

Akiko:-suspiro- ya veo, que tengas lindo día nos vemos más tarde

Amelia: Suerte aki

Fui primero a mi oficina a dejar mis cosas para luego dirigirme a la oficina de mi jefe, el señor Kuramitsu

Akiko:-toc toc- puedo pasar señor Kuramitsu?

Sr. Kuramitsu: pase señorita Williams

Akiko:-entre a la oficina- buenos días señor, escuché que quería verme...

Sr. Kuramitsu: así es, por favor tome asiento

Akiko:- tome asiento y después de algunos segundos de silencio decidí hablar- Podría decirme el motivo por el cual me llamo?

Sr. Kuramitsu: Vera señorita Williams, hasta ahora no a perdido ningún caso de los que le han sido asignados, y es por eso que quiero asignarle un caso algo... Especial...

Akiko:*Especial?*-pense- a qué se refiere con especial?

Sr. Kuramitsu:-suspiro- Se trata de mi hijo mayor, fue arrestado por tráfico de drogas, y quiero que tú te encarges de su caso...

Akiko: ya veo... Está bien, tomaré su caso, pero no puedo asegurarle que no irá a prisión, ya que estamos hablando de un tema delicado, pero haré cuanto pueda para sacar a su hijo de esta

Sr. Kuramitsu: se lo agradezco mucho señorita Williams, aquí está el archivo con todos los datos, puede retirarse, y otra vez gracias

Akiko: con permiso -sali de su oficina y me dirigí a la mía para poder revisar el archivo  de el caso-.

Fue una semana agotadora ya que al parecer tenían muchas pruebas de que el chico si era traficante de drogas, pero el aseguraba que era inocente y lo avían inculpado, por lo tanto como su abogada necesitaba pruebas de que lo que decía el chico era verdad.

Después de una Semana llena de estrés decidí ir al bar al que iba todos los fines de semana ya que el ambiente ahí era agradable.

En cuanto llegue, lo ví, un chico peligris, con un tatuaje algo raro en el cuello y unas ojeras que no se le veían nada mal para ser honesta, junto a un albino y un pelirosa a los que siempre veía en el bar, me senté en la barra de tragos que estaba un poco alejado de su mesa y pedí lo de siempre.