capítulo 7

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El horno hace clic avisando que el tiempo de cocción ha terminado. Un delicioso aroma se cuelga en mis fosas nasales al abrirlo; mamá siempre se lucía con sus trabajos. Saco los panecillos para que puedan enfriarse, me apresuro a salir de la cocina al escuchar el timbre.

Formo una gran sonrisa al ver a la persona del otro lado del mostrador. Me acerco a él saludando con mucho entusiasmo.

-¡Te estaba esperando!

-Es un lugar muy bonito y acogedor.

-Sabía que dirías eso- sonríe.

-¡Oye! Llevo horas esperando mi orden- anuncia molesta la chica pelinegra.

Odio cuando los clientes se ponen tan dramáticos, bueno, tampoco soy pulpo para poder hacer todo de una vez. Sonrió fingidamente para poder pasar el momento.

-¡Voy enseguida, señorita!- rueda sus ojos desviando la vista a su teléfono

-¿Necesitas ayuda?- pregunta.

-No, estoy bien, Oliver, tú eres mi invitado.

-Para nada, voy a ayudarte, ¡Vamos!

-Te lo agradezco.

Oliver me ayudó mucho, estoy apenada que una invitación a tomar una taza de café se convirtiera en una invitación a servir café. Mientras el tomaba las ordenes yo me dedicaba a prepararlas, cabe destacar también las admiradoras que se ganó.

-Déjame ayudarte.

Oliver toma la taza y lo empieza a lavar, es muy perfecto en todo lo que hace. Me quedo observando sus movimientos al lavar hasta que siento unas gotas de agua chocar contra mi rostro.

-¡Oye!- escucho sus risas de fondo.

-Déjame espantar esa cara de pensativa.

Oliver analiza la radio de la cocina para después presionar y sonar una música lenta de esas clásicas que al escucharlos deseas llorar en lugar de bailar.

-¿Oliver, qué haces? Yo no sé bailar, mucho menos una música así.

-Shhh, solo déjate llevar- Oliver cierra los ojos tomando la mano para darme una tonta vuelta.

Sonreímos ante cada paso que damos mientras la pequeña cocina se llena del sonido alegre de la música. Alguien aclara la garganta ocasionando que nos separemos rápidamente. Laura tenía las cejas levantadas mirando la escena un tanto curiosa, Lornd tenía una mirada de furia bastante obvia, Lizza mira con asombro y Abby ante tanta tensión en el ambiente se lleva un bocado de su pastel a la boca.

-¿Qué sucede aquí?- Lizza rompe el silencio.

Siento mis mejillas arder de la vergüenza, Oliver mientras  apaga la música.

-Ho...hola, no sabía que vendrían.

-Estabas muy entretenida que no leíste siquiera nuestros mensajes- Lornd comenta con un tono de voz alto.

-Lo lamento, estaba muy ocupada- justifico- Es mejor ir a sentarnos.

Salimos de la cocina y los chicos toman asiento en las mesas de adentro, veo que mis clientes siguen sentándose en las mesas de afuera. Oliver me sonríe un tanto incómodo a mi lado, mi mirada cae en Lornd quien mantiene la vista clavaba en Oliver.

-¿Qué está haciendo él aquí?

-Lornd, estás siendo grosero- llamo su atención

-Soy Oliver...

-Sé muy bien quien eres.

Hay mucha tensión en la mesa justo ahora.

-¿Quieren algo de tomar?

Alas para Lornd (#1 ElClub)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora