CAPÍTULO TRES

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Arco del Amanecer, serie de la Paz: La traición.

"La paz no es un estado natural en el que los hombres viven unidos. El estado natural es más bien la guerra, uno en el que, si bien las habilidades no se han aclarado, existe un riesgo constante de que estallen".
- Kant.

El plan del Akatsuki era traer paz al mundo, era su meta, el propósito de tres niños huérfanos tocados por la guerra, tres niños que perdieron todo lo que amaban de la forma más cruel y brutal conocida. Yahiko era conciente de que no sería sencillo. Su fé estaba puesta en la capacidad de las personas de amar, de poder cambiar e intentar ser mejor cada día, era bastante iluso, pero tenía que existir una forma de hacer un cambio y si el Akatsuki podía ser ese pilar del cambio, de poder llevar a Nagato a cambiar toda esta maldad,  él se aseguraría de que de ello.

Estar en este palacio, junto a todas las naciones viendo cómo poder cambiar el curso de la historia, de ver como traer la paz era una oportunidad que iba a aprovechar, que su organización apareciera en pantalla demostraba que ellos serían el cambio, serían la revolución, él tenía que confiar en eso, se lo debía a si mismo y a sus mejores amigos, su familia.

A diferencia de Yahiko, que deseaba ver el lado bueno del mundo, Nagato era realista. Lo que habían visto hace un momento no era nada parecido a su Akatsuki, si, llevaban su nombre, sus ideales de paz. Pero algo estaba mal, ellos no llevaban su nube roja en las capas, era algo pensando, una idea pasajera que no había establecido en detalle. Y ahí estaba, brillando en las capas de una manera escalofriante, burlándose de Nagato y Konan, diciendo que es algo que debería preocuparlos.

Yahiko es un soñador, pero Nagato y Konan son realistas. Esto está mal, el Akatsuki está mal.

Con una última mirada compartida de incertidumbre a espaldas de Yahiko, enfocaron la mirada en la gran pantalla que tenían frente a ellos. Un nuevo segmento de imágenes se podían apreciar, todas las personas en la habitación miraron atentamente, la intriga de estos llamados Akatsuki llenaban los corazones de un ferviente temor.

Una fuerte lluvia caía sobre las afueras de Amegakure, el ambiente lúgubre y grisáceo pintaba la pantalla, la cámara enfoca el rostro de un hombre fornido con una brillante máscara metálica en su rostro, sus ojos oscuros brillaban con analítica indiferencia.

Todo Shinobi había oído o visto a Hanzo de la Salamandra, el aire se tornó, si es posible, aún más tenso.

- Su organización es un estorbo para mí. Yahiko, si intentas resistirte, está mujer morirá.- exclamó con voz ronca y fuerte.

Los tres jóvenes líderes del Akatsuki se tensaron, la compresión descansando en sus huesos. "Nos traicionó" pensó Konan, la ira subiendo de forma silenciosa a sus sentidos.

La pantalla enfoca a una mujer de cortos cabellos morados, sus ojos eran de un tono naranja opaco, su piel tan pálida como cualquier ciudadano de Ame. Una solitaria flor de papel adornaba su cabello. Hanzo la tenía como rehén, un afilado kunai amenazaba su delgada garganta.

Nagato miró conmocionado a su mejor amiga, siendo amenazada por un hombre que alguna vez creyeron su aliado, su cabeza giró rápidamente hacía Konan, su corazón latiendo a mil por hora, ella estaba bien, estaba con ellos.

Yahiko no sabía cómo sentirse en ese momento, furia, miedo, pánico, todo rondaba por su mente, "¿Cómo pasó éso?"

- Tú, el de pelo rojo, usa eso para matar a Yahiko.- señaló el hombre. Se muestra un primer plano de dos hombres, uno de un fuerte cabello rojizo, menos oscuro que la sangre, y tor de brillante cabello naranja. Un kunai yacía postrado frente a ellos.

Eón || Watching NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora