“Solo con vivir, la gente lastima a otras sin saberlo. Mientras la humanidad exista, el odio también existirá. No hay paz en este mundo maldito. La guerra es solo un crimen que pagan los que caen derrotados por el dolor.”- Pain.
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.Arco del Amanecer, primera parte: Nosotros somos Akatsuki.
❗Advertencias: discriminación y odio.❗
Namikaze Minato era un hombre con una paciencia infinita, a lo largo de la vida había lidiando con personas que poseían personalidades bastantes explosivas, era el sensei del equipo más revoltoso de todos y la chica de la que estaba enamorado era indudablemente una mujer con un espíritu excesivamente libre y ruidoso. Y en una aldea shinobi tenías que tener mucha paciencia, o fracasar en la vida, punto.
Así que como shinobi y sensei tenían que mantener la calma en cualquier situación, no importaba que tan loca, desquiciada y fuera de lugar fuera. También tenía que ayudar a sus pequeños niños a mantener la calma. Así que respiró profundamente y miro a todos los presentes en la sala con atención, mientras se cernía de forma protectora frente a sus estudiantes, su hijos. El Hokage es una prioridad, pero todos los shinobis de la aldea estaban allí, el podía poner su atención en los suyos. Poso sus ojos azules en sus estudiantes, sus niños.
Obito se veía visiblemente nervioso, aunque intentaba no serlo, sus manos temblaban ligeramente y un pequeño tic en sus cejas era todo lo que tenías que ver para darte cuenta. Siempre fue expresivo de esa manera.
Rin hacia pucheros, no era muy pronunciado, pero el fruncido de labios estaba presente, por lo menos ya no se mordía los labios, un absoluto mal hábito para un ninja. Sus manos apretaban su delantal, retorciendolo entre sus dedos hasta que la tela está totalmente arrugadq, algo de los que se quejaria de forma silenciosa cuando esté más calmada.
Kakashi seguía tan indiferente como siempre, pero su hijo menor todavía tenía esa tención absoluta en el cuerpo, como una cuerda de arco, apunto de romperse al menor toque. Sus pequeñas manos estaban enrroscadas de forma protectora en su guarda kunais, preparado para lo que sea que se atreviera andar un paso en falso.
Eran tan jóvenes, aún les faltaba mucho por aprender, y para eso estaba él, para guiarlos y protegerlos (mientras podía, la guerra estaba presente y, aunque muchos parecen creer lo contrario, Minato es solo un hombre). Suspiró cansado, él era igual de joven, pero en momentos como éstos se sentía como un anciano total.
Cuando la voz de la mujer les ordenó que se sentarán, Minato se vió rodeado de las personas más sercanas a él, Kushina, sus alumnos, su sensei y sus amigos y camaradas. Todos fijaron la mirada, tensa, todos estaba tan tensos, la sed de sangre era tanta que abrumaba. Pero no podían hacer nada, no había chakra (y era una completa locura, todos sentían un miedo latente en el fondo de sus mentes).
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Eón || Watching Naruto
FanfictionEl tiempo siempre ha sido algo impredecible, con cambios bruscos y vueltas sin sentido. Solo existe una persona lo suficientemente poderosa como para doblar las reglas del tiempo y cambiar el destino del mundo en un abrir y cerrar de ojos. Cuando to...