Reacciones de los personajes de Tokyo Revengers al verte usando una prenda/accesorio de alguien más.
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—Kakucho ¿no ves algo inusual en T/N? — dijo Izana con un tono molesto.
—¿Algo inusual? Yo no veo nada extraño en ella. — contestó su amigo sintiéndose ansioso pues conocía ese tono de voz en Izana, algo malo iba a suceder.
—Esos pendientes que lleva puestos. Siento que ya los he visto en otro lugar...de algún tipo de alguna pandilla contra la que hemos peleado. Haz memoria.— dijo seriamente para levantarse y comenzar a caminar hacia su novia.
El albino camino hacia a ti con una mirada seria que enseguida cambió cuando estuvo frente a ti, sonreía pero...sentiste algo extraño en él, sabias que algo estaba mal.
—Hola ¿cómo está mi hermosa novia?— Dijo suavemente caminando al rededor de ti, parándose justo atrás de ti.
—Bi-bien Izana ¿y tú? ¿¿Todo bien??— respondiste nerviosa, su acción anterior te había respondido tu duda de que algo pasaba.
—Bien linda, pero...podría estar mejor SI MI NOVIA NO LLEVARA ESTO PUESTO. — dijo alzando un poco más la voz y dándole un ligero golpecito al pendiente que llevabas puesto.
—¿Quién te lo dió y por qué lo llevas puesto?— cuestiono de forma directa, ahora se encontraba delante de ti viéndote a los ojos.
—¿Esto? Pues, un chico en la calle me lo dió. —respondiste —¿qué chico? —preguntó curioso.
—No lo sé Izana, se me acercó diciendo que estaba empezando un negocio de joyería, que yo era muy linda y que seguramente a mi novio le encantaría cómo se verían en mi.—
A Izana se le podía notar a kilómetros la ira que sentía en ese momento en su interior, pues claramente esto era un tipo de provocación o venganza hacia él.
—¿Estás enojado? — le dijiste con un tono de preocupación. Él cambió por completo la expresión en su cara pues se había dado cuenta de que no era tu culpa.
—Siento si fui algo rudo, si se trata de ti no puedo contenerme.— acomodo un mechón de tu cabello detrás de tu oreja y acercó tu cuerpo al de él. —Mírame T/N, no voy a tolerar que alguien utilice a lo más preciado que tengo, solo para tratar de molestarme. — ahora te sonreía cariñosamente para después comenzar a besar tus labios de una manera intensa.
—¿Izana? — Interrumpió Kakucho. —Sé quién es y en dónde encontrarlo, iré ahora mismo a encargarme de él. —
—¿Bromeas Kakucho? —río.— Iré contigo. Yo mismo iré a devolvérselos, me encargaré de que nunca más considere el acercarse a mi reyna. — En su mirada había un brillo especial, estaba ansioso por tenerlo ante el, y por lo mucho que se divertiría haciéndolo pagar.
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