Deseo Prohibido

Capítulo 1

Danielle.

- ¿ Por que no puedes llevarme? - él sigue poniéndose su camisa.

Siempre es lo mismo, cuando pregunto algo relacionado con su vida, me esquiva y me da cualquier excusa solo por no decirme.

- Ya te lo dije Danielle es negocios, te aburrirás- es la misma respuesta.

Me levanto de la cama, me pongo mi ropa interior para después ponerme mi pantalones de mezclilla, al notar mi enfado solo se dedica a suspirar.

- No te enojes por favor, no quiero pelear por el mismo motivo - no le presto atención.

- Sabes algo, todos dicen que no tengo novio, que me invente esa excusa para que los chicos no me moleste o por que me siento sola - es algo que me molesta.

- Danielle- suspira.

-¡ No! ¿¡ crees que me gusta que se rían de mi! ? - me pongo mis zapatos.

- Pero tu sabes que no es cierto- trata de agarrar mi mano.

- No, creo que estoy empezando a creer que él novio que tengo es imaginario, solo lo veo cuando a él se le antoja verme. O aun peor cuando el tiene ganas de tener sexo - amarro mi cabello.

- Danielle te estás comportando como una niña - sus palabras me han dolido.

- ¿¡ Entonces por que estas con esta niña!? - grito llena de furia.

- Calmate - pide con voz baja.

-¡ Y una mierda ! - grito con furia.

Él pasa su mano por su cabello, parece irritado.

- ¿ Sabes ? Un día se me acerco un chico y me pregunto sí tenía novio - esas palabras hacen que me voltee a ver.

Su ceño se frunce y su  mandíbula se aprieta, puedo notar su cuerpo muy tenso.

- ¿ Y sabes que le dije ? Que sí, pero el me preguntó que donde estaba, que él en tu lugar me tendría muy atendida y muy amada - sus manos se vuelven puños.

- ¿Y sabes? Me siento sola, y nadie me cree cuando digo que tengo novio y hasta creen que soy lesbiana. Y te haré una pregunta- él me observa.

-¿ De verdad tengo novio ? O es algo imaginario  que crea mi mente cada 2 meses o cada 3 - él me mira.

Solo baja su cabeza, solo asiento, tomo mi chaqueta y paso por su lado.

- Eso creí, hasta nunca, ahora sí voy a tener a un novio real Vasily, no a uno que se aparece hasta 2 meses y recuerda que tiene mujer. Por que yo no era tu novia era tu mujer- tomo mi celular móvil.

Quito la cadena de oro que él me dio, la coloco en su mesita.

- Danielle - susurra.

- Ya no puedo - mis mejillas se mojan por ese líquido tan característico en mi.

Siempre lloro cuando el se va, pero esta vez lo dejo.

- Sí puedes, ni creas que voy a permitir que salgas con otro hombre, sabes muy bien que eres mía y lo que  es mío  no lo comparto- mi boca se abre al escuchar sus palabras.

- Solo te importa con quien me acuesto, no te importa que te estoy terminando, estoy terminando 5 años de relación- digo mientras limpio mis lágrimas.

- Tú no puedes dejarme - camina hasta donde estoy.

Toma la cadena y la coloca en mi cuello, besa mi cuello.

- Eres mía, te lo dije aquella vez y te dije que no podía darte lo que tú necesitabas pero aun así aceptaste - lo empujo con todas mis fuerzas.

Arranco la cadena de mi cuello, se lanzó a su rostro.

-¡ Se acabo ! Hasta nunca Vasily- cierro la puerta tras de mi.

Espero un minuto a fuera, esperando que el salga y me diga que cambiará, pero nada sucede.

Corro a toda velocidad hasta abajo, el hotel esta vacío, es lo él siempre hacia.

Alquilaba el hotel entero para nosotros, nunca me llevo a su casa.

Ahora entiendo que nunca fui alguien importante en la vida de Vasily Kozlov.

El amor duele, y duele aun más cuando solo tu amas.

Abro la puerta del deportivo; ya nada me importa.

Acelero y salgo de allí, acelero dejando mi amor atrás, aunque el dolor lo llevo conmigo.

La aguja no deja de subir, 320 km/ h  la aguja sigue subiendo, la velocidad máxima de mi auto, un bugatti
Veyron super sport es de 431 km/ h.

Las lágrimas bajan sin cesar, lloro por todo, por dejar al único hombre que me hizo feliz aunque fue un momento pero hizo feliz.

Te amo Vasily, te amo tanto que duele.

Esta vida no vale nada sin ti, 400 km/h estoy a punto de llegar a la velocidad máxima.

Tranquila Danielle, bajo la velocidad, pero lo que nunca espere ver es un camión sin dirección ni frenos venir en mi dirección.

Trato de esquivarlo, pero no lo logro.

Un fuerte impacto me hace brincar en mi lugar, tengo el cinturon de seguridad.

Siento que doy vueltas y luego nada.

(...)

Hola aquí inicia lo bueno.

Espero que sigas leyendo.