Encuentro afortunado

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Cuando Wei Zhou finalmente llego a la habitación donde entraría en reclusión, todo fue cuesta abajo desde ahí.
Se encontraba completamente solo, y podía desahogarse, dejar salir todas las emociones que ha contenido por tanto tiempo...
Lo dejo salir todo...
Habían veces en los que sus recuerdos le atacaban, que sentía una opresión en su pecho tan horrible, no podía respirar, su pulso se aceleraba.
Desde la muerte de su Qing-jie fue de mal en peor, y luego la muerte de su Shijie, la muerte de su rabanito también...

Realmente quiero dormir, para no despertar
No puedo hacerlo
No soy tan valiente...

Desde el momento en que entró a su reclusión solo se derrumbo en el suelo y se mantuvo con las piernas pegadas a su pecho, tratandose de abrazar, para borrar un poco lo que es su soledad.
Desde que vivió en las calles, su trauma fue muy grande, desde ese momento nunca le gustaba estar solo, encontro refugio en la secta Jiang, pero ciertas veces sentía que no le correspondia estar ahí, no se sentia bien comer con ellos, pero aveces ...
Sentía que estar solo le traía una sensación de paz.
Y justo en estos momentos, su mente era un caos.
Seguía meciéndose a si mismo tratando se abrazarse, y evitar los espasmos que recorrían su cuerpo. Los sollosos trataba de callarlos, no queria que nadie le escuchara.

Quizo entrar en reclusión solamente para que le dejaran solo por un tiempo, no queria recibir miradas acusatorias, como fue en su primera vida... luego de que su chidi atravezara su pecho con la espada y cayera en el abismo.
No quería que hubiera otro asedio para asesinarlo.
No queria volver a morir comido por las marionetas, que habian en ese infernal abismo. Su sensación fue tan horrible! Como para volver a vivir eso. Sentir tu carne siendo arrancada de tu cuerpo, sentir como manos trataban de entrar en tu carne. Cuando prácticamente tenía todos sus huesos rotos, y no podía moverse nuevamente, se dejo comer por estas marionetas. Y en ese acantilado habían muchas marionetas...

Wei Zhou no podía olvidar eso, claro que no podía olvidar esa sensación.
Pero en estos momentos solo queria derrumbarse, queria desahogar todo lo que hay en su pecho, queria correr de ahí, y desaparecer en el mundo.
Que su mente encontrara paz, que ya no pensara esas cosas.

Deseó olvidarme de todos...
De todos los que me hicieron daño...
No quiero recordarlos!

Ni siquiera sabía que hora era, pero su cuerpo estana entumido, por no cambiar de posición, parecía que ya era de noche...
En La secta Lan deben estar todos dormidos a esta hora...

En ese momento Wei Zhou solto sus piernas y las estiró. Recostó su espalda en la puerta, y se quedo sentado. Tratando de calmar su respiración.

Realmente esperaba que sus sollozos no los escuchara nadie, no quería a nadie con el en ese momento.
Desde ahí se dio cuenta de el lugar...
Miro al rededor y era una habitación más que hermosa, y muy simple...

Pero solo se fue a sentar frente a una mesita que habia en el centro de la habitación, eran altas horas de la madrugada, pronto los Lan iban a despertar.


Horas después, cuando el sol ya se habia puesto, un Lan se encontraba preocupado. Decidió salir del Minshi e ir personalmente a ver que todo este bien, con ese joven que le preocupaba.

Al estar frente a la habitación en la que se encontraba recluido el nicromante tocó la puerta y hablo "Wei Zhou"
Al no escuchar respuesta, se preocupo más
"Wei Zhou" volvió a repetir
"Muchacho no me asustes" Susurraba para si mismo.
"Wei HeYang! Abre la puerta"

No me quedara de otra que abrirla yo mismo

Y con esto el abrió la puerta, y le heló la sangre lo primero que vio, el muchacho se encontraba derrumbado en la pequeña mesa que se encontraba ahí...
Parecía que el joven de túnicas negras no respiraba...

Hechizo del Tiempo (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora