¿Ahora se Arrepienten?

3

  Wei Ying fue despertado por JingYi. Ya habían pasado casi una semana en la misma rutina: A-Yi venía para desayunar, almorzar y cenar con su papá Wei, además de contarle cómo iban las cosas; en ese tiempo JingYi había logrado meter dos conejos en el jingshi sin que lo descubrieran además de también traerle su flauta a su papá (que Lan Sizhui lo matara, no le importaba si podía llamar a su maestro papá). Pero con las cosas buenas también estaban las malas.
  Su papá parecía haber confundido sus recuerdos resientes con los antiguos, creía que el era su hijo (para JingYi no había problema alguno con eso) y que vivían en los Túmulos Funerarios junto a Lan Sizhui y Wen Ning. JingYi había comprobado que los cambios en la actitud de su papá se debían a la energía resentida que rodeaba a Wen Ning, ¿Cómo logro saberlo?: Pues el pequeño Lan JingYi se metió en la cueva a escondidas (después de haber dormido a los guardias) y le coloco un talismán encima; al llegar con el maestro Wei este parecía estar recordando varias cosas, incluso supo que estaba en Cloud Resses. Pero al pasar una hora volvió a su estado de confusión, ya que la energía resentida destruyó el talismán.
  JingYi iría en búsqueda de Hanguang-Jun, no le importaba que el señor Lan Quiren lo castigará por no cumplir con sus órdenes, su papá Wei era mucho más importante (de pasó le pediría ayuda a él líder Jiang, al líder Nie y buscaría a sus amigos); el único problema de tener que empezar su viaje era que dejaría solo a su papá, cosa que no quería.

- Papá - le llamo JingYi mientras Wei Ying terminaba su comida - iré a buscar a Hanguang-Jun, tiene que volver contigo - le aviso agarrando las cosas que necesitaría para el viaje.

  Wei Ying observó a JingYi con dulzura y le dijo - tú papá Lan Zhan debe estar muy ocupado A-Yi no te preocupes - sus ojos viajaron a la venta del jingshi - A-Yuan y el tío A-Ning están jugando afuera porque no los acompañas - le pidió con amor dejando ver una hermosa sonrisa.

- Lo are papá - respondió JingYi con preocupación besando la cabeza de Wei Ying antes de irse.

  Wei Ying al encontrarse solo volvió a la cama para concentrarse nuevamente en los regalos para sus dos hijos, su esposo y su hermanito A-Ning: para su pequeño JingYi era una hermosa flauta de bambú blanco con detalles de lotos de nueve pétalos, para su bebé A-Yuan era un hermoso colgante de diamante con la forma de las nubes, para su Lan Zhan eran dos conejos tallados en jade, y para A-Ning era un brazalete de plata con diamantes incrustados que tenían el dibujo de la Luna. Wei Ying esperaba que les gustarán sus regalos, había estado trabajando durante casi un año en ellos; pero lo raro era que había otros 5 regalos incompletos que Wei Ying no recordaba del todo. Recordaba las figuras de 5 personas, de las cuales no recordaba ni sus caras ni sus nombres, pero él sabía que eran importantes.

- "Es un buen hijo, acepta cualquier castigo para buscar a él único que puede ayudar a su papá" - murmuraron los fantasmas haciendo que el ambiente se volviera pesado y frío.

- Si - respondió Wei Ying bastante orgulloso -, mi pequeño JingYi es una muy buena persona. A-Yuan cuando crezca también lo será - había tanto cariño y amor en la voz de Wei Ying que incluso la persona más cruel podría sonreír ante eso.

- "Si, el junto a A-Yuan te esperan en los túmulos" - dijeron y Wei Ying guardo nuevamente los regalos.

- "Pero tienes que buscar al General Fantasma para poder regresar" - por alguna extraña razón todo lo que necesitaría Wei Ying desaparecido junto a su querida flauta.

- ¿Donde está A-Ning? - pregunto este levantándose de la cama hipnotizado por aquellos murmullos fantasmales.

- "En una cueva muy cerca de aquí" - respondieron con alegría inefable.

- "Simplemente tienes que salir, nosotros nos encargamos del resto" - propusieron mientras otros murmullos guiaban a Wei Ying.

  Wei Ying al rato pudo divisar la cueva en la que tenían atrapado a Wen Ning, los guardias que hace unos minutos estaban cuidando el lugar fueron envenenados por las cantidades de energía resentida (la cual ponía aún peor a Wei Ying). Esté al entrar se encontró al instante con su amigo encadenado bañado en grandes cantidades de energía resentida; Wen Ning miró directamente a Wei Ying cuando esté entró. Esperaba a que la energía resentida terminara de hacer su trabajo rompiendo las cadenas que lo apricionaban.

- A-Ning - le llamo Wei Ying con felicidad -, regresemos a los Túmulos - le pidió mientras el general rompía parte de las cadenas para ser liberado.

  Wen Ning termino llevándose a Wei Ying tan rápido como caía la noche. Nadie vio nada. Nadie escuchó nada. Nadie pudo hacer nada por el poder de la energía resentida...

& & &

  Los Túmulos Funerarios eran tal y como los recordaba Wei Ying: desolados, fríos y deprimentes; pero él hace mucho que ya los consideraba su hogar. Mientras A-Ning lo guiaba pudo divisar cadáveres feroces que los seguían hasta una cueva en las montañas. Adentro de esta había un lago de energía resentida que en el medio reposaba una roca con un féretro¹ de plantas y enredaderas muertas del tamaño de su persona.
  Al llegar al féretro Wei Ying fue colocado en este siendo cubierto por las enredaderas como si estás fueran cadenas que lo apricionaban en su tumba. Sus ojos perdieron su hermoso color plateado hasta volverse iguales a la sangre, su mente empezó a dormirse y su cuerpo seguía recibiendo la energía resentida. Wen Ning quedó en trance² custodiando el féretro.

- "Duerme" - le arrullaron los susurros fantasmales.

- "Es hora de dormir" - siguieron atrayendo a más cadáveres feroces.

- "Solo descansa, tu familia te cuidará" - prometieron haciendo que Wei Ying cayera en sueño profundo junto al trance.

  Los Túmulos Funerarios nuevamente pudieron sentir el poder de su patriarca, su alegría, su alma... Su antiguo espíritu muerto que renació de la tristeza y el abandonó...

___________________________________

1. Féretro: Recipiente, generalmente de madera, con tapa, en el que se deposita un cadáver para ser enterrado o incinerado.

2. Trance: Estado en el que se suspenden las funciones mentales normales de una persona, especialmente cuando un médium manifiesta fenómenos paranormales.