Tía por el verano

10."Primera y no tan perfecta cita" (Parte 1)

Arreglé un rabioso mechón de mi cabello y eché un vistazo a la hora.

-6 y media - resoplé.

Me observé en el espejo:

"No estoy tan mal..." pensé.

Ya que no era una "cita" oficial, decidí llevar un estilo casual. Unos "skinny jeans", una camisa gris y unas zapatillas rojas. Pensándolo bien, creo que voy extremadamente casual.

El timbré sonó y prácticamente corrí hacia la puerta. Mostré mi mejor sonrisa y abrí:

-Hola J.... Oh... Señora Rice...- mi sonrisa se desplomó.

-Gracias,querida. Yo también estoy feliz de verte -dijo sarcásticamente,poniendo sus ojos en blanco. -Vine a hablarte sobre una reunión de vecindario la próxima semana - me tendió un papel de promoción- será en mi casa. Y espero que no lleves...eso -miró a Ian, quien la miraba con ojos de espanto.

La señora Rice arregló su usual gorro de "dama cívica" y bufó.

-Hasta la próxima. ¡Chao! - y en un dos por tres, cerró la puerta principal.

Espera... ¿Habrá una proxima vez?

Miré a Ian.

-¿Que voy a hacer contigo?- suspiré.

En respuesta, me sacó la lengua y corrió hasta el cuarto de juegos.

Tomaré eso como un...

El timbre de la puerta sonó y corrí como relámpago hacia ella.

Respiré y abrí. Apareció un John sorprendido, pero lo disimuló con una sonrisa ladeada. Traté de jugar a su juego y acomodé mi cabeza en el marco de la puerta.

-¿Me podrías decir que reacción debería mostrar ante ti? - me miró de arriba a abajo.

Me puse tan nerviosa que cuando traté de contestarle, me golpeé la cabeza con la puerta. Y sí, dolió.

John trató de no estallar en risa mientras yo trataba de no ponerme roja, intento fallido para ambos.

-¿Quieres que...

-¡Estoy bien! - contesté antes de que tocara mi cabeza. -Ah.. Entra-

Me alejé de la escena de la vergüenza y saqué una bolsa de hielo del refrigerador. Me la coloqué en la cabeza y chillé del repentino escalofrío que recorrió mi cuerpo. Lia entró a la cocina y abrió su boca en señal de sorpresa.

-¿Qué te pasoo? ¡Titiiii! - gritó.

-Me di un golpe, en la cabeza- contesté.

-¿Te dolió?- preguntó.

-¡CLARO QUE DOLIÓ!- exclamé, ya que tenía un insoportable dolor de cabeza.

Me miró con sorpresa reflejada en sus grandes ojitos. Por un momento pensé que lloraría, pero solo se quedó congelada en su lugar, sin moverse.

Me asusté un poco, ya que parecía una estatua de hielo creada por la mismísima Elsa.

John entró a la cocina cargando a Ian.

-¿Estás bien? - preguntó.

Asentí, sin mirarlo.

Luego recordé que no había nadie que cuidara a los niños...

"Mierda..." pensé.

Al parecer, estaba tan enfocada en la "cita" que olvidé lo que haría con los niños.

-John... Los niños... Yo-

-Si es que no tienes donde dejarlos, no te preocupes. Ellos vienen con nosotros -

Wow. Eso fue rápido. Aunque,una parte de mí desearía que fuese él y yo,sin compañía. Y vaya compañía que tendremos.

Puse la bolsa de hielo de vuelta al refrigerador y me dirigí a la puerta principal.

-Eh... ¿No olvidas algo?- John caminó hacia mi, aún con Ian en brazos.

Caminé a la cocina y miré a Lia, quien seguía muy metida en su papel de figura de hielo. La cargué y salí por la puerta principal.

Saqué las llaves de mi pequeña bolsa negra y me aseguré de cerrar la casa. Cuando me giré, encontré un hermoso auto deportivo rojo frente a mí. Ahora, yo era la estatua de hielo.

-¿Te gusta? -John me miró y sonrió.

-¿Bromeas? Me encanta - comtemplé el brillo que irradiaba el auto, claramente acabado de lavar.

-¿En serio? - preguntó,un poco incrédulo.

-Claro. ¿A quién no le gustaría? -pregunté un poco extrañada,mirándolo con el ceño fruncido.

-Eres la primera chica a la que veo admirar un auto de esa manera  -me miró, con una pequeña sonrisa en su rostro.

-Si... Es que me gustan mucho... los autos -miré el suelo, ligeramente sonrojada.

Abrió las puertas traseras y acomodó a los niños. Luego, abrió la puerta del pasajero.

-Adelante -bufó, finjiendo ser un mozo.

Me senté e inmediatamente noté los sillones rojos con detalles en negro.

John entró y miró los sillones traseros.

Acomodó los cinturones de los niños, de modo que no les molestaran.

Lo observé de reojo.

"Y yo nunca había conocido a un chico como tú."

***
Ya sé.  No hay excusa que valga la eterna demora de mis actualizaciones. Por eso, solo diré que perdonen la demora. He tenido muuuuchísimas cosas que impedían que actualizara de nuevo.

TPEV alcanzó 1k... Simplemente,¡wow! Gracias a todo el mundo que se ha pasado por esta novela.

Les prometo que actualizaré más seguido.Y los próximos capítulos ya están en proceso.

Por cierto, tengo un Tumblr. Voy a estar muy activa en dicha red social. Así queeeee... Quién quiera pasarse por ahí e incluso seguirme (*guiño* *guiño*) mi Tumblr es michelleenick.

De nuevo, lamento la demora. ¡Y graaaciiaaas por las 1k!

~La escritora desaparecida.