6."Qué pequeño es el mundo"

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Estaba sentada en mi habitación hablando con Madison por videollamada. Le había contado todo lo que había aguantado esta semana.
-Gracias a Dios sigues viva - rió.
-No tienes idea -dije.
La puerta se abrió y entró un Ian acabado de levantar. Se sentó en la cama y se acurrucó a mi lado.
Si no supiera que es el demonio vestido de un bebé, me parecería tierno.
-No sé como puedes hablar tan mal de esha coshita - hizo una voz de niña pequeña.
No-sabe-de-que-está-hablando.
Ahora entró Lia a la habitación.Tenía un juguete en mano,lo cual hizo que Ian levantara su cabeza. Le hizo un gesto con la mano para que se lo diera. Oh,pero hizo más que eso. Le lanzó el juguete, que golpeó su cabeza. Me dio la impresión de que iba a llorar y formar un escándalo.
En vez de eso,soltó una risa que inundó la habitación.
Este niño es masoquista.
-¿No te dolió? -toqué suavemente donde le había golpeado el juguete.
De la nada salió llorando y gritando como si lo estuviese matando.
Y yo me creía bipolar...
-Adiós,Mads -resoplé. Mads había estado todo este tiempo riéndose como la psicópata que es,y no se dio cuenta que ya había apagado la computadora.
Damas y caballeros, mi comprensiva mejor amiga.
Salí de mi recámara y dejé al truhán de Ian jugando en el cuarto de juegos.
Escuché a mi bebé sonar,o sea,mi celular. Lo tomé,era la odiosa de mi hermana,contesté.
-¿Que quieres? -dije de mala gana. No tenía ganas de escuchar el típico
"¿Cómo están los niños?
¿Ya comieron?
¿Se están acostando temprano?"
Ugh.
- Solo vine a decirte que no olvides que hoy te llegará tu primer cheque -
Yaaaas! Florida Mall,¡aquí voy!
-Y con eso completarás el primer pago del carro -me recordó,como si me estuviera leyendo los pensamientos.
Shit.
-¿Esos es todo? Adiós- dije irritada, colgando la llamada.
El celular sonó otra vez y lo tomé.
-¿Qué? -suspiré.
-Era para decirte que tendrás visita hoy. Adiós -me informó inocentemente mi maléfica hermana.
Odio las visitas.
No es por ser antisocial ni nada por el estilo.
Cuando hay visitas no puedo estar todo el día con mi sexy pijama.
Y para los acosadores que quieren saber que pijama tengo puesta...
Sip, una seductora pijama de las princesitas.
¿Qué? ¡No te rías! Para tu información, todavía soy niña de corazón.
Pero volviendo al tema de la visita...
¡Tengo que recoger la casa!
Puse un cronómetro para...
20:00 minutos.
1,2,3 y ¡Ya!
Salí disparada en busca de la escoba y el mapeador.
Limpié como pude la sala de estar y la cocina. Tomé a Ian y a Lia,los cambié de ropa lo más rápido posible y los escondí en el closet con los demás juguetes.
Espera,¿qué?
Abrí el closet y los saqué. Para mi mala suerte, Ian armó un escándalo.

Ding Dong

Sonó el timbre de la puerta. Dejé a Lia y a Ian en su cuarto.
Bajé y me percaté de algo...
No he cambiado mi pijama.
Maldición.
Abrí la puerta y mantuve la mejor sonrisa que pude. Aunque fuera la más falsa que he dado en todo el día.
Estaba parado en la entrada un chico rubio,mirando su celular.
-Hola... I mean,hi -desvío su mirada del celular y me miró.
Esos ojos... Se me hacen conocidos.
Lo observé detenidamente,al igual que él. Estuvimos así un largo rato,mirándonos las caras en silencio.
-¿Se... Señora? -preguntó en un español pobre.
Asentí,anonada. No puede ser...
-¡Hola,señora! -movió su mano de arriba a abajo. Sonriéndome con esos malditamente hermosos ojos celestes. Tal como lo recordaba.
¿Cuál es la reacción de Rachel Rivera?
Fácil; cerrar la puerta en su cara. Me deslizé hasta caer al suelo.
Estaba atónita,inmóvil en el suelo.
Me estaba costando trabajo digerirlo, o mejor dicho aceptarlo.
Él... John.

Tía por el veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora