La señora teresa se despertó, como cada mañana, a mirar a su alrededor, su buro perfectamente acomodado, su piso tan limpio como para ver su reflejo, pero no pudo evitar notar que la larga y alta puerta blanca de su armario estaba ligeramente abierta, rápidamente se levanto de su cama a cerrarla, no podía permitir que alguna parte de su habitación estuviera desalineada, al estar frente a la puerta sus ojos captaron a atención de un hermoso vestido de niña rosado.
Teresa entro a su gran y repleto de ropa armario, tomo el vestido y empezó a observarlo. Su mirada iba de arriba abajo, los recuerdos empezaron a inundar su mente, los bailes, juegos y dulces. Volteo a verse en el espejo, lo único que veía era a una mujer adulta y triste "¿Donde esta la joven feliz y bella que llego a usar este vestido?" se pregunto sin quitar la mirada de disgusto que tenia sobre el dorado espejo.
Recordando las canciones que su madre le ponía de pequeña, nuestra gran señora comenzó a llorar. Fue a su cocina, grande y muy bonita, tomo de abajo de su alacena un libro con las recetas de su madre, muy empolvado que no había abierto en años. Desde su matrimonio con Don Manuel ya no era necesario que cocinara, siempre hubo alguien que lo hiciera por ellos, pero la nostalgia fue mas fuerte.
Cada condimento que le agregaba a esa mezcla la hacia sentir mas cercana a sus raíces, extrañaba su casa, extrañaba tener que cocinar para sus hermanas, extrañaba ser una persona sencilla y sin prejuicios.
Al llegar su familia los sentó en la mesa, y le servio a cada uno en un delgado plato blanco. El ver sus caras la lleno de alegría, sabia que su comida y sus recuerdos tener el poder de unir a su familia. Todos hablaban y reían, el ambiente sencillo y familiar que tanto extrañaba estaba de vuelta.
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Mini cuentos hechos por mi
DiversosCada mini historia en este lugar es algo completamente diferente. Todo lo aquí escrito fueron tareas de mi clase "liga de escritores"
