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Atsushi y Chūya llegaron a un edificio que pertenecía a una Agencia de Detectives. Lo vieron un lugar seguro dónde quedarse mientras pasaba la fecha del concierto.

Por el bien de sus fans, quienes y pagaron cierta cantidad para la entrada al concierto, Atsushi debía presentarse esa misma noche.

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Un hombre adulto de cabellera gris, que portaba kimono, los recibió amablemente y les permitió la entrada. Yukichi Fukuzawa no sabía mucho de artistas, por lo que no los conocía por más famosos que fueran.

En cambio, sus detectives no perdían detalle en los talentos. Los observaban de pies a cabeza, hasta que visualizaron al pequeño Ryū, tomando una mano de cada lado de sus cuidadores.

"¿E-En verdad son ustedes?". Se acercaba Naomi sorprendida.

Ranpo observaba desde su escritorio a los nuevos, hasta que después se mirarlos bien, supo de quiénes se trataba. No quiso parecer sorprendido, sólo contemplaba a cierto pelirrojo a lo lejos.

"¡¡ATSUSHI-KUUUUUUN!! ¡¡ATSUSHI-KUN!! ¡¿TE ACUERDAS DE MÍ?!". Gritaba con algarabía, aproximándose al albino para darle un fuerte y empalagoso abrazo, al mismo tiempo en que besó su frente con ternura.

Atsushi estaba confundido. Esa voz...esa actitud... Ese abrazo y ese beso... Su vista se nubló, y sintió un mareo que lo hizo tambalearse un poco, siendo detenido por Dazai.

Chūya levantó a Ryū en brazos y se alejó un poco. ¿Quién era ese tipo tan dulce con su hermano? Estaba celoso.

"¡Dazai! ¡No seas tan pesado con los nuevos!". Regañó Kunikida. Iba a apartar a Dazai del adolescente, pero miró que éste se encontraba débil, por lo que no lo hizo.

"D-Dazai-san... ¿En verdad no eres un fantasma? Supe que habías muerto y...". Dazai sonrió. Limpió las lágrimas del albino y volvió a abrazarlo, sin importarle los que pudieran estar mirando.

"La muerte me odia, Atsushi-kun. ¿Qué ha sido de tí todo este tiempo? Seguramente eres feliz, con un buen trabajo, fama, dinero, haces lo que te gusta y..."

"No". Respondió serio y fríamente, separándose del abrazo. Sin decir una palabra más, salió del lugar de Agencia , siendo perseguido por Dazai.

"¡Atsushi-kun! ¡Oye! ¿Sucede algo?". Finalmente llegaron a un elevador que los llevaría a la planta baja. Atsushi se mantenía callado, aguantando todo su dolor. Quería volver a sentir un abrazo de Dazai, pero a la vez, tenía miedo de ser abrazado. "Oye... ¿Dije algo malo?".

"No eres tú, soy yo... No quiero seguir siendo un talento, Dazai-san... Sólo me gusta cantar... Mi vida es peor de lo que era antes. Quiero morirme, pero a la vez no quiero...".

Dazai estaba un poco confundido al principio, pero poco a poco fue comprendiendo.

"¿Hay alguien que...te está lastimando?".

"El director de la Agencia de Talentos nos compró a Chūya-nii y a mí. Él... Abusa de mí, siempre".

"Esa es una buena razón para querer morir... Yo pasé por lo mismo desde muy joven. Quiero cometer suicidio, pero uno no muy doloroso y junto a alguien más...". En ese momento, las puertas del elevador se abrieron y pudieron salir al exterior del edificio. "Tú también quieres, ¿por qué no lo hacemos juntos? Vamos al río, Atsushi-kun, a respirar por última vez.

Sujetó la muñeca derecha del albino, encaminándolo hacia aquel lugar. Un río solitario dónde varias personas se han quitado la vida.

"P-Pero... No estoy seguro, tengo miedo...".

"Nos iremos juntos. No dolerá mucho. Seguramente vamos a ahogarnos pronto". Siguieron su camino. Estaba cerca y dentro de poco llegaron.

Estaban sobre un puente, contemplando el agua del río. Ambos derramaban lágrimas. Dazai estaba seguro de hacerlo. Lanzarse con Atsushi desde varios metros de altura. Pero el más joven pensaba en Ryū y en su hermano. No podía dejarse su responsabilidad a Chūya.

"¿Estás listo?". Dazai lo jalaba de la muñeca hacia la orilla, acercándose más a su final.

"N-No tengo miedo, Dazai-san... En verdad quiero terminar con esto... Y no hay mejor forma que terminar juntos pero..."

"¿Pero?".

Atsushi retrocedía lentamente, mientras limpiaba sus lágrimas.

"A-Alguien me necesita...nos necesitan... No puedo dejar solo a mi hermano...".

"Ahora que lo mencionas...yo también tengo a Ranpo... Creo que él estaría bien sin mí. Después de todo, a veces creo que le estorbo...".

Un silencio se hizo presente.

"Dazai-san..."

El mencionado volteó.

"¿T-Tienes a alguien más...?". Dazai sonrió. Se situó frente al albino y sujetó sus manos, acariciándolas con suavidad. Atsushi se apartó enseguida.

"L-Lo siento... No me gusta que me toquen..".

"Lo entiendo. Y no, no tengo a nadie más. Atsushi-kun, ¿tienes algo que decirme antes de irnos al otro mundo?".

"¿En verdad nos iremos?".

"Ese es el plan".

"Pues... Estoy feliz de que nos encontremos juntos de nuevo, Dazai-san. Yo...estoy decidido a cometer suicidio doble contigo".

EL CHICO QUE ME CAUTIVÓDonde viven las historias. Descúbrelo ahora