II

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"¿Tú crees que Sunghoon está bien, Heeseung?", Jay llamó la atención del pelinegro, que engullía como si no hubiese un mañana el ramen instantáneo y le prestaba poca atención a algo que no fuese su comida.

Levantó la vista cuando su mejor amigo le llamó, y el pelirubio apuntó al menor de los tres con unos de sus palillos mientras levantaba una ceja.

Heeseung se fijó, con la boca llena, en Sunghoon. Frente a ellos, Sunghoon miraba un punto muerto entre ellos dos, con un envase de arroz con kimchi a medio comer y tan ensimismado que Heeseung por un momento pensó que estaba durmiendo, ya que no le veía los ojos por el largo cabello. Pero Sunghoon, lento como una tortuga, tomó entre sus palillos un poco de arroz y lo subió lentamente hasta la altura de su boca, intentando comerlo. pero antes de si quiera llegar a sus labios, el arroz se había escurrido hasta el envase nuevamente, parte de la mesa y de sus pantalones, y Sunghoon ni si quiera había puesto los palillos en su boca cuando ya había masticado.

Heeseung miró a Jay, masticando todo el ramen que tenía en la boca antes de hablarle.

"Si, claro que si", Heeseung asintió, con los ojos abiertos y volviendo a su comida, esta vez para llevarse un par de salchichas a la boca.

Jay miró a Sunghoon por dos segundos más, el pelirrojo ni cuenta se había dado que el arroz había caído a su pantalón, pero tal vez estaba tan acostumbrado a Sunghoon con su torpeza, que se encogió de hombros y se llevó una porción de fideos a la boca, sin dejar de mirar con una sonrisa tierna la actitud del Park menor e ignorando olímpicamente al pelinegro por Sunghoon, escuchando a duras penas a Heeseung y respondiéndole con monosílabos.

Sunghoon, mientras tanto, se sentía tan ensimismado que las voces de sus dos mejores amigos se escucharon tan lejanas para él, como pequeños murmullos indescifrables.

¿Por qué carajos ese tal Jake le había dejado tan mal? Jamás le había pasado anteriormente, ni si quiera con sus ex novias y novios.

Y Sunghoon realmente no lo entendía, no entendía por qué había encontrado tan guapo a Jake, cuando no era para nada su tipo. Siempre había tenido parejas bajas, Jake era más bajo que él, pero no lo suficiente, lo había comprobado cuando el chico le extendió la mano y notó que era alrededor de uno o dos centímetros de diferencia entre ellos, cuando a Sunghoon le gustaba apoyar la barbilla en la cabeza de sus parejas cuando les abrazaba. Jake tenía las manos más grandes que él, cuando a él le gustaba envolver la mano contraria al tomarse de las manos. 

Jake era un hombre, y Sunghoon nunca antes había sentido todo eso tan rápido por un hombre, ni tan profundo, con solo haberlo visto 10 minutos. Ni si quiera con una mujer había caído tan rápido.

Sunghoon sacudió la cabeza, saliendo de sus pensamientos al sentir como algo impactaba contra su mejilla derecha, y fijó su vista en Jay, que con una ceja arqueada y una uva en la boca, le miraba extrañado, mientras tanto, Heeseung se engullía tres de las uvas que Jay tenía en la mano de una, aspirándolas desde su propia mano como una aspiradora.

"¿Qué pasó?", preguntó extrañado, y mirando como sus dos amigos rodaban los ojos. Heeseung le apuntó con uno de sus palillos sus propios pantalones. y él, bajando la vista, quiso realmente golpearse el rostro hasta sacarse un diente al ver su pantalón favorito manchado con el aceite del arroz.

"No sé, dinos tú", Heeseung se encogió de hombros, recibiendo un golpe de Jay cuando volvió a robarle una de sus uvas, "Estás más raro de lo normal"

Jay asintió. Y Sunghoon negó con la cabeza mientras tomaba una servilleta y se quitaba los granos de arroz de su pantalón con cuidado e intentaba limpiar la pequeña manchita, rindiéndose al cabo de unos segundos al darse cuenta de que solo saldría si su madre la metía a la lavadora.

𝐊𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑𝐆𝐀𝐑𝐓𝐄𝐍 % jakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora