Ryomen Sukuna

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Al volverte una hechicera destacada con técnicas tan únicas y talentosas, no podías pasar desapercibida para el rey de las maldiciones quien había notado tus pecaminosos deseos por el, cosa que le divertía y tentaba a probar hasta donde llegarías, siempre que tomaba posesión de itadori notaba cuán respetuosa eras con el en cuanto pedirle ayuda requeria, sin tenerle una pizca de miedo, un día dormida a los pies de un árbol después de practicar, con lo alejada que estabas de todos, tomó posesión sobre el cuerpo del pelirosa y aún dormida atrajo tu alma hasta el interior de itadori despertando frente a su altar de huesos, sorprendida conservaste la calma sentandote en el agua de rodillas lo mirabas a su altar

-¿para que me trajiste aquí sukuna?-
La maldición se puso de pie y comenzó a caminar hasta donde te encontrabas y a medida que abanzaba sonriendo iba mirándote fijamente a los ojos

-me preguntaba cuánto más vas a resistir esos sucios deseos que rondan tu mente, estoy aburrido y quiero divertirme un poco - sé arrodilla frente a ti tomando tu barbilla mientras su pulgar acaricia tus labios, te quedas quieta sorprendida por la propuesta del rey

-no se de que me hablas, además eso no está bien para una hechicera- intentas conservarte los más seria posible mirándolo a esos carmines ojos, de verdad era muy atractivo en el cuerpo de itadori y intentaste controlar tus impulsos sexuales

-no me jodas, cada vez que me vez tomar posesión del mocoso quieres que te folle contra lo que sea... Así que acepta mi oferta y ambos nos complacemos - sonriendo acaricia tu rostro acercándose más a tus labios susurrando sobre estos mirándote con lujuria

- además por que no está permitido lo hace más excitante ¿no crees? - ligeramente no resistes inclinar tu rostro a él anhelando que selle el deseo mutuo con un beso.

Una vez sus labios comienzan a unirse en un lento pero apasionado vaivén la maldición no hace más que rodear tu cintura y apegarte a su cuerpo recorriendo con sus manos tu silueta llegando hasta tu trasero apretandolo con deseo mientras se ponía de pie desabrochando su ropa exponiendo su cuerpo dejando a la vista esas atractivas marcas en su piel, de rodillas acaricias su abdomen con las uñas, acariciando su cuerpo notando su miembro procedes a lamerlo con lentitud empapando le de saliva, tus labios se abren para el, este por su lado toma tus cabellos con cuidado hasta meter su miembro en tu boca, conservando la calma continuas acariciando su abdomen con las uñas, moviendo tu cabeza suavemente para que salga y entre en ti, mordiendo sus labios gruñia complacido por tu desempeño, baja una de sus manos para acariciar tus senos mientras te encargaba de atenderle, por tu lado tus dedos no puedieron aguantarlo mucho para adentrarse en tu mojado coño que escurria para una maldición como el.

Después de un rato lo saca de tu boca sin correrse y riendo se recuesta entre los huesos invitandote a montarlo, ibas a quitar tu ropa pero este riendo impaciente chasquea los dedos rasgandose de inmediato tus ropas, cosa que te hizo cubrirte por mera sorpresa, el por su lado disfruto eso, cosa que se noto en su duro miembro que te estaba esperando, así que llamándote te invita a sentarte sobre él, tu sonrojada y expuesta comienzas a frotar tu mojado coño contra la longitud de su miembro a lo que el rey tomando tus caderas te atrae hasta el besando y lamiendo tus pechos comienza a introducir su glande, tu cálido y jugoso coño le recibía con gozo cosa que esté noto ante el primer gemido de placer, lleno de ego y orgullo te abraza y comienza a penetrar con más fuerza acurrucandose en tu pecho sintiendolos rebotar contra su rostro gruñe de placer - joder tu piel es tan suave, tu coño tan estrecho... Maldita humana, maldita humana me enloqueces mocosa -gruñe mientras aumentaba la presión en tus caderas para recibirle más profundamente cosa que te hizo agarrarte de sus rodillas exponiendo tu cuerpo a las embestidas que hacía, tus senos brincaban hipnóticamente ante sus ojos, los agarraba con la boca mordiendo tu sensible piel para su deleite lamiendo los pequeños rastros de sangre que brotaban, sus cuerpos hacían mover ligeramente el agua y los lascivos sonidos de sus cuerpos chocando llenaban el solitario refugio de Sukuna, tus gemidos no paraban de llamar su nombre, la maldición por su lado gruñia tu nombre entre insultos, no se podía creer que una humana le llenará de tanto deseo y lujuria y se maldecía a sí mismo.

No paraban de escurrir por sus piernas los fluidos de cada consecuencia de su miembro en tu interior, el también se había corrido unas cuantas veces dentro de ti, irresponsablemente no se protegió después de todo una humana no puede concebir hijos de una maldición, no ha ocurrido jamás y si ocurriera aún así se saldría con la suya el rey.

Después de terminado el festín de ambos, la maldición toma nuevamente tu nuca y te roba un beso travieso relamiendose los labios
- Espero verte otra vez aquí... [____] después de todo me divertí, animate animate, nadie jamás sabrá lo que hacemos aquí... - abrazándote mientras se ponía de pie, cubre tu cuerpo con sus ropas no sin antes dejar una marca de sus dientes en tu cuello sonriendo

-ahora eres mía, si alguien más te toca, lo mató oíste? -
Riendo te saca del interior de itadori, despertando así a los pies del árbol donde tomaste una siesta con itadori ahora dormido sobre tus piernas, la maldición se pareció en la mejilla del pelirosa

- Procura a la próxima no alejarte tanto de los humanos, si este idiota está lejos no podrémos seguir divirtiendonos mocosa - te reíste levemente acercándote a la mejilla de itadori robándole un beso a sukuna haciendo que este se calle y desaparezca al parecer le molesto verse preocupado por solo una hechicera.

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Tachan así escribo mi ciela, espero les haya gustado este sukuna x reader jsjjsjsjs xD

Jujutsu Kaisen X ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora