Kento Nanami

1.5K 64 1
                                    

Después de Años sin ver a tu compañero de oficina con el cual te amanecias trabajando aveces, por fin después de tanto al oír que volverían a traer ese sandwich que tanto el amaba, te preguntabas que le gustaba tanto de ese pan, así que fuiste a su local favorito para comprar de ese sandwich que tanto amaba, después de una larga fila donde habían muchos hombres queriendo el mismo sandwich después de un duro día de trabajo, saliste con el último en tus manos, se veía perfecto tal y como todo lo que él manejaba, su altura, su pelo rubio, su aroma y contextura, todo lo que él hacía era y tenía que ser prefecto.

Distraída pensando en Nanami mientras caminabas, sientes su aroma totalmente destacable, siempre fue de gustos caros y refinados, definitivamente era el, a lo que volteas y lo vez arreglando su corbata y pelo como si se hubiese peleado con alguien, estaba muy molesto al parecer no alcanzó a llegar para probar su sandwich pues el local había ya cerrado, la situación perfecta para saludarle.

- ¿Nanami Kento? ¿Eres tu?- preguntaste para estar segura de que no sólo estabas alucinando, él se voltea mirándote fijamente, se veía muchísimo más atractivo que la última vez, asiente suavemente reconociendote de inmediato acercándose a ti a paso firme, no sabias que decirle te ponía muy nerviosa y para colmo toma tu mano que sostenía el sandwich que le gustaba

- Hace mucho que no te veía [____] ¿Ahora sabes por qué amo tanto este sandwich? ¿Ya lo probaste? - niegas con timides, nerviosa por su firmes y fuertes manos sostener las tuyas a lo que te armas de valor para tomar las riendas mirándolo fijamente con las mejillas acaloradas.

- Nanami... ¿tiene prisa? Hay algo que me gustaría decirte... Hace ya mucho tu.. - este mira su reloj y niega interrumpiendote.

- El clima indicaba que a esta hora comenzaría a llover, por lo que veo olvidaste tu paraguas como de costumbre y ya las cafeterías han cerrado, deberíamos... - comienza a caer la lluvia con bastante precisión, guardas en tu bolso el sandwich comenzando a seguirle por que te había entregado su abrigo, moviéndose solamente con su camisa azul, se estaba empapando por completo a lo que decidió llevarte hasta su departamento, no dejaría que te fueras toda mojada sin antes contarle lo que querías decirle.

Ya una vez en su departamento te indica que dejes en un cesto de la entrada la ropa empapada, por su parte se quita la camisa quedando totalmente su torso desnudo mientras se adentra en su morada, iba a buscarte una toalla y una camisa de él para que pasaras ya una vez cambiada para que no te enfermaras.

-Ten, no te preocupes no miraré mientras te cambias, es más me daré la vuelta aquí mismo. -

Así hizo se dio la vuelta en frente tuyo dándote la espalda para así darte la seguridad de que no te veía, comenzaste a quitarte la blusa empapada, el brasier, la falda, los tacones y las medias, solo quedando en ropa interior, este sostenía una manta en sus manos que te acercó para que terminaras de cubrirte. Ya una vez lista te pusiste las pantuflas y te guio hasta el sillón donde te trajo un café con chocolate y una toalla para tu cabello, ya una vez ambos sentados en el sofá ya secos se apoya en el respaldo del sofá pasando una de sus manos por tu hombro.

-muy bien, ahora dime, que eras lo que querías decirme [___] - sonrojada al notar como te daba su total atención bajaste la mirada avergonzada para luego mirarlo a los ojos

-Bueno... Usted Nanami-Sama, usted siempre me ha gustado, es un hombre muy atractivo, ordenado, inteligente, fuerte, caballeroso siempre me cuido y defendió por eso y muchas cosas más siempre me gusto usted... - este se sonroja de una manera nunca antes vista, se veía muy atractivo y tierno, cubria su propia boca mirando a otro lado mientras sus mejillas estaban rojas para luego mirarla fijamente.

- [___] yo... Bueno, desde que me fui de ahí... No deje de pensar en usted, siempre creí que estaba para cosas más grandes que esa simple oficina... Tu eres... Para mí es... - deja de cubrir su boca y se acercaba a ti a medida que se iba declarando, tu sin con tenerte rodeas su cuello con tus brazos robándole un beso, era un beso lento y suave, lleno de cariño y ternura.

Nanami por su lado acariciaba tu cuerpo, correpondiendo a los besos subiendo poco a poco de intensidad, soltando tu cabello de la húmeda toalla, dejándola caer al suelo mientras te iba recostando en el sofá, acariciando lentamente tus muslos hasta llegar a tu intimidad frotando con sus largos dedos tu húmeda entrada sin dejar de besarte y sostenerte aprovechando de tocar uno de tus senos sobre la blusa que te había prestado.

Acomodándose mejor poco a poco abría tu blusa besando tu cuello, senos, abdomen y muslos internos acomodándose entre tus piernas corriendo a un lado la ropa interior para así dar una firme lamida a tu clitoris mientras sostenía tus piernas.

Sonriendo por tus placenteros gemidos comienza a succionar y beber todo lo que le entregabas moviendo su lengua con agilidad llegando perfectamente en cada uno de tus puntos sensibles haciéndote sostener sus rubios cabellos y mover suavemente queriendo más tus caderas contra su boca.

Este satisfecho sonríe acomodándose mejor entre tus piernas bajando su pantalon para frotar y lubricar su miembro con tus deliciosos fluidos, extiendes tus brazos para invitarlo a posicionarse sobre ti, dándole unos besos más acalorados mientras invadía tu interior con fuerza, el sofá se movía aveces al compás de sus cuerpos, cosa que enloquecia a Nanami junto al sonido de sus cuerpos chocando ante pegajoso vaivén. Ahora subiendo ambas de tus piernas a sus hombros apoya ambas manos a los costados de tu cabeza chocando más duro contra ti a lo que abrias más tus piernas llegando a ponerlas sobre sus hombros, fue así durante un rato a lo que después de ese duro vaiven tan placentero te levanta y te sienta sobre la isla de su cocina para embestirte contra la mesa, siempre deseo poseerte en su escritorio yendo más brusco y duro que antes haciendo brincar tus senos a su propio ritmo mientras acariciaba por completo tu cuerpo, dejando besos sobre tu sensible piel que dejaba marcas notables de que el había estado ahí, al parecer tendrían toda la noche para ustedes solos, el rubio quería poseerte en cada habitación de su hogar, contra la ventana del balcón, en la ducha, en la cama, sobre la mesa, en el suelo en el sofá, cada que acababa te besaba y volvía a recuperar el aliento se noto cuanto te extraño y deseo, estaba decidido, tu ex jefe no te dejaría dormir en toda la noche hasta marcar cada rincón de tu piel como suyo.

*-*-*-*-*--*-*

Pos ahí mi ciela con el sugar daddy uwu 💕💖💕💖

Jujutsu Kaisen X ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora