CAPITULO 12

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—Boba, ya me tengo que ir, ya son las once de la noche —dijo Stiven levantando a Brianna.

—No, no te vayas —dijo Brianna haciendo un puchero.

—¿Quieres que me quede a dormir de nuevo?

—Si, quédate conmigo otra vez, por favor —dijo Brianna.

—¿Tú mamá no vendrá temprano?

—No lo creo, ella siempre llega a las diez de la mañana o doce, podríamos levantarnos a las siete y te vas.

—Está bien nena, pero entonces vayamos a dormir.

—Si, por favor.

Stiven cargo a Brianna y fueron a su cuarto, nuevamente pasaron la noche abrazados y durmiendo.

Parecían la pareja perfecta, pero a ella le gustaba alguien más o algunos más, él estaba interesado en alguien según lo dijo, así que nos conformaremos con su hermosa amistad.

¡Buenas noches!

¡Buenos días!

Son las seis de la mañana y la puerta sonó, efectivamente era Giovanna, la mamá de Brianna había llegado a casa super temprano.

Stiven escuchó la puerta y se levantó.

—Brianna —susurraba aquel joven.

Brianna reaccionaba con quejidos y moviéndose.

—Brianna levanta, es tu mamá creo.

Brianna se levantó de golpe cuando escuchó lo de que era su mamá.

—¿Enserio?, es imposible.

—Enserio Bri, escuché la puerta, ¿Quién más podría venir?

—No lo sé, ¿Un ratero?

—Si claro, temprano va a venir.

Brianna se salió de la cama y fue hacia su sala para ver si había alguna maleta o algo que le indicará que era su mamá.

No encontraba nada hasta que vio la tarjeta de un hotel.

Ella recordó que eso no estaba hí y en la tarjeta estaba el nombre del lugar a donde se iba su mamá.

—Si es ella —dijo en voz baja.

Subió de nuevo a su cuarto y le dijo a Stiven que si era.

—¿Cómo salgo?

Brianna estaba pensando todas las posibilidades de como él podría salir.

—Por la ventana de atrás.

—¿Cuál ventana de atrás?

—Hay un cuarto en el primer piso que tiene una ventana y esa ventana es con vista a la calle, nadie sabe que yo tengo la llave de ese cuarto, ahí es donde siempre me pongo a leer o cuando estoy mal voy a ese lugar, lo eh ambientado a mi gusto.

—¿Es seguro?

—Si, sales por ahí y estarías en el pasaje de al costado de mi casa.

—Vale, entiendo entonces, ¿Nadie me verá?

—No, nadie te va a ver, no pasa mucha gente por ahí.

—Está bien, llévame ahí.

Brianna lo sacó calladito de su cuarto y se dirigieron a dicho cuarto, era el cuarto rosa, así lo llamaba Brianna porque lo había decorado todo rosa.

Entraron al cuarto y Stiven comenzó a ver el cuarto, tenía todo ahí, ordenado, bien limpio, hasta tenía un sofá cama.

—¿Quién te compro eso? —preguntó el chico.

DETRÁS DE UNA PANTALLA (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora