- ¿Eh? ¿Hay otro más?
- Sí... - Me dijo y levantó su flequillo. Encima de la ceja derecha tenía una cicatriz en forma de estrella y su ojo era azul hielo, como los ojos Del Innombrable. Pero me fijé en su ojo izquierdo. Era verde.
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Nos sentamos en el sofá de la Sala Común de Gryffindor y empezamos a leer. Rato después empecé a oir pasos fuertes cerca de la puerta, alguien susurró la contraseña y la puerta se abrió, era Hagrid. - Os necesito a los tres... Vamos a recoger una nueva alumna que va a ir a vuestro curso. - Pero ¿no debería ir un prefecto? - Preguntó Hermione. - No quisiera. Es la hermana de Oliver Snake y no podéis decirle a nadie. - ¿¡La hermana de Snake!? - Callate, Ron. - Le ordené. Rato después estábamos delante de una casita pequeña pero acogedora. Hagrid picó a la puerta y una señora mayor salió. - ¡Hagrid! ¡Cuanto tiempo! Kira ya sabe lo necesario de encantamientos, pociones, defensa contra las Artes oscuras, herboligia, transformaciones, adivinación, historia y astronomía. - Bien, Dumbledore se alegrará. - ¡Hola, Hagrid! ¡La Abu me habló mucho de ti! ¡¡Ya quiero empezar las clases!! - Cuídala bien, que no haga locuras como su hermano... Ya sabes... - Le susurró al oído. - No hay problema. La cuidare como si fuera mi hija. Entonces Kira apareció delante de mi.
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- ¡Hoolaaa! Me llamo Kira. ¿Y vosotros? - ¡Yo soy Hermione Granger! - Yo soy Ron Weasley. - Potter, Harry Potter. - No me fastidies... ¿¡Eres Harry Potter de verdad!? Me subí el flequillo para que lo comprobara y se acercó un poco. - Oh my God. No me lo puedo creer... - ¡Y tu eres Kira Snake hermana de Oliver Snake! ¡Encantado de conocerte! - Se metió Ron. Kira pestañeo varias veces. - Emmm... No me gusta hablar de eso, la verdad... - ¡Perdonale, a veces es un poco impertinente! - Se disculpó Hermione por el. - Da igual. Entonces Hagrid cogió a Kira por debajo de los brazos, la sentó en el sidecar de su moto mágica y puso su maleta a su lado. Nosotros subimos a nuestras escobas y partimos hacía el Callejón Diagon. Al llegar al Caldero Chorreante nos bajamos y caminamos hasta el muro de ladrillo. Hagrid apretó los cinco ladrillos y se abrió. Kira se quedó boquiabierta. - ¿¡Por dónde empezamos!? - Preguntó. - Harry te llevará a Ollivander's y nosotros iremos a por tus libros y una sorpresa. Si tardamos mucho id comprando el caldero. - Si, Hagrid. Guié a Kira por el callejón hasta Ollivander's. Entré y ví la tienda medio vacía. Los de primero ya habían pasado por allí. - Bienvenida, señorita Snake. ¡Harry! No esperaba verte... - Buenos días, señor Ollivander. - ¡Buenos días, señor Ollivander! - Le saludó Kira después de mi. Después le dió una barita tras otra y acabó probando unas catorce. La tienda quedó medio destrozada y la esperanza de Kira también. - Mmm... No esperaba tener que sacar esta barita, pero es la única que queda... El señor Ollivander se fue a la trastienda y al volver tenía una caja que tenía una capa de polvo de por lo menos 2 centímetros. La abrió y dentro había una barita que no parecía pulida pero si lo estaba. - Núcleo de pluma de Fénix, madera de cerezo, 30 centímetros, ligeramente flexible, plumas de Fénix talladas y Rubíes y Esmeraldas incrustadas.- Enumeró Ollivander. - Ten cuidado, esta barita es muy poderosa. Si cae en malas manos se podría producir una catástrofe y si el que la usa no es su dueño, al mínimo hechizo podría destrozar un edificio entero. ¡Y pensar que casi se la doy a tu hermano!
