『 SeokJin es educador infantil y cuando uno de sus niños (quien tiene síntomas de abuso y desnutrición), es abandonado en la escuela con solo una nota decide que es momento de adoptar al pequeño, solo hay un problema... SeokJin se está divorciando...
La burbuja explotó cuando BeomGyu decidió que era buena dibujar sobre los contratos de su padre.
Ese sábado por la mañana cuando los Jeon despertaron se encontraron con la grata sorpresa de que su pequeño ya estaba levantado.
Sentado en el suelo de la sala, Beom tenía a la mano su caja de crayones y los documentos de uno de los contratos más importantes de su padre llenos de garabatos. Con sus piernitas abiertas tenía el dibujo entre sus piernas, sus padres no estaban muy seguros que estaba dibujando pero de lo que Jin estaba seguro es de que la vena lateral del cuello de su marido estaba palpitando fuerte.
"Corazón, esos no son para dibujar." Comentó SeokJin con una sonrisa quitando las hojas de sus manos pero tristemente la mitad ya estaban estampadas con el arte del pequeño alfa.
"SeokJin, ¿podemos hablar un segundo?''. Comentó con los dientes apretados.
El alfa lo llevó a la cocina desde donde pudieran ver al pequeño quien comenzó a hacer puchero por quedarse sin ningún lienzo saliendo algunas pequeñas lágrimas de sus ojos. El omega tuvo que contener la necesidad de correr a darle todo lo que quiera para quitar esas lágrimas de sus ojitos azules.
"Jin, tenemos que castigarlo." Comentó el alfa pasándose las manos por el cabello.
"Sólo tiene dos años, perdónalo." Pidió interviniendo por su hijo.
"Porque tiene dos años hay que comenzar a disciplinarlo, no le va a pasar nada por dos días sin crayones."
El pequeño tenía la cabecita baja con pequeñas lágrimas que salían de sus ojitos pero no se movía o hacía escándalo, solo que se quedó estático.
"JungKook, está aterrorizado, solo fue una equivocación."
El alfa comenzó a negar al mismo tiempo que encendía la cafetera, no podía dejar que su pequeño se quedara sin castigo, si algo había aprendido en la escuela de leyes era el sentido de la justicia.
"Dos días sin crayones. Y cuándo pregunte por ellos le diremos que no puede usarlos porque dibujó sobre las cosas de papi." Sentenció como juez y jurado pero el omega no estaba de acuerdo.
El omega no iba a dar su brazo a torcer, su bebé no iba a ser castigado por una travesura inocente, más aún al verlo triste jugando con un coche de manera melancólica. Sonrió de lado y subió su mano por el hombro de Jeon hasta su cuello antes de besar sus labios y pegar su anatomía a la de su marido creando una distracción a la que el alfa estuvo de acuerdo en dejarse distraer. Con la mano en el trasero de su marido, el alfa se separó y atendió la cafetera que no dejaba de sonar.
"Dos días, Jin." Recordó y el aludido maldijo por lo bajo.
Kook besó despacio a Jin ignorando sus protestas y se sentó en el suelo junto a su hijo quien aún tenía una mirada triste pero no decía nada, solo mecía su auto amarillo de un lado a otro sobre la alfombra.
"BeomGyu, eso que hiciste estuvo muy mal, esos papeles eran importante para papi." Comenzó. "No estoy enojado pero estoy muy triste, Gyu."
El niño alzó los ojos negros miró los de su padre.
"Dadda tiste." Señaló haciendo un puchero.
"Estoy muy triste porque papi tiene que hacer ese papel de nuevo, y no va a pasar tanto tiempo contigo y con mami." Explica la verdad con demasiado tacto, incluso hasta para él.
"¿Muma tiste?" Pregunta mirando en dirección a Jin quien observa la escena en silencio.
"Mamá y yo hemos decidido que no puedes tener tus crayones hasta que hayas aprendido tu lección, amor." Comenta tomando la caja de la marca crayola y poniéndolos dentro de su portafolio.
"Yo siente." Se disculpa dejando a un lado los juguetes y abrazando fuerte a su padre. "¿Dadda tiste?" Vuelve a preguntar.
"Ya no estoy triste amor, has demostrado ser un niño responsable de tus actos, vamos a desayunar con mamá."
Hubo silencio mientras la familia Jeon comía los huevos en el desayuno. JK estaba hablando con su secretaria para que reúna a todos de nuevo el lunes y así poder volver a firmar los papeles, siempre había sido el abogado perfecto por eso las multinacionales decidían firmar con él en lugar de con otras firmas de abogados masivas, todos confiaban en que Jeon JungKook nunca cometía errores, a esa altura ya todos debían saber que el contrato con la televisora más grande del país se había convertido en un libro de colorear.
"No me parece correcto que hayas castigado a Beommie." Retoma el tema Jin mientras se preparan para dormir.
"SeokJin, estoy tomando todo a la ligera porque tiene dos años, pero BeomGyu abrió mi maletín y sacó cosas de allí sin permiso, me parece muy poco dos días." Expresa metiéndose en la cama.
"Viste su carita cuando lo regañaste, incluso lloró." Trato de intervenir por su hijo.
"Jin, no vas a cambiar mi opinión." Sacó su iPad y comenzó a escribir en ella.
El omega se sentó a su lado de la cama con los brazos cruzados.
JungKook deja el aparato electrónico a un lado y trata de besar a su esposo en el cuello pero Seok lo ignora mientras lee su libro fingiendo que su piel no se erizaba.
"Vamos Jinnie, no seas así..." Pide colando su mano por la bata de seda de su esposo.
"Tú también estás castigado." Se dió la vuelta para dormir.
Fingió que dormía cuando sintió a su alfa tocar su trasero envuelto en la seda mientras con la otra mano se encargaba de autosatisfacerse. Al final ya no sabía si había castigado a Jeon o a sí mismo pero durmió molesto con la entrada goteante y una muy incómoda erección.
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