Final

652 44 5
                                    

Al final, los chicos volvieron a su reino junto a su padre, este al llegar de inmediato recibió una carta en sus manos, para no preocupar a los chicos fue a su despacho y leyó esta en calma.

Al no respetar nuestras pasadas decisiones y hacer quedar en ridículo a mi hija, declaro que nuestros reinos ya no estarán unidos ni tendrán alianza alguna, han deshonrado el nombre mío y de mi hija dejándonos con las manos vacías y en total decepción, esto les costará un precio alto que tendrán que pagar con la sangre de su reino...

Atte: Rey Jong In

Lo que temía, una declaración de guerra, se recostó a su mesa y dejo la carta de lado, paso sus manos por su rostro con cierta frustración, a pesar de que sabía que pasaría, no pensó que sería tan pronto, por suerte tenía un aliado que sabía que aceptaría a pelear junto a él, aunque temía que no fuera suficiente, el miedo y frustración empezaban a inundar su corazón, temía por sus hijos, sus yernos, su amado y su reino, no se sentía lo suficientemente fuerte para protegerlos, se preguntaba si fue buena idea traerlos de nuevo.

—Tal vez... Debí hundirme solo en esto... -dijo manteniendo sus manos en su rostro

—Te equivocas Nam... Nadie merece hundirse en total soledad -dijo una voz que Nam sabía perfectamente de quien se trataba, era el único que le decía por su nombre con informalidad, y al único que se lo permitía, levanto su mirada apartando sus manos y pudo ver a ese chico que tanto lo volvía loco, que por él su reino había quedado perdido por un largo tiempo, todos al llegar habían notado lo decaído que estaba el reino, por culpa de un rey deprimido que había perdido todo lo que le importaba aparte de su reino.

—Jin...

—Nam, se que será difícil, pero no fue mala idea traernos -se acercó al deprimido rey y tomó su rostro entre sus manos, el mayor poso las suyas sobre las del menor y acurruco su rostro en esas cálidas manos, sentía que sólo Jin era su lugar seguro, que sólo él podía calmar la tormenta que se encontraba en su interior

—Temo perderlos... Acabo de recuperarlos... A ti, a mis hijos... Y... A mis yernos... -dijo cerrando sus ojos dejándose acunar por esas manos que empezaban a acariciar suavemente sus mejillas

—Nam, no nos vas a perder, ni a tus hijos, ni a mí, ni a tus yernos, todo saldrá bien, te lo prometo - el menor se acercó al rey y lo abrazó con fuerza, el mayor recostó su cabeza en el hombro de este, sentía como sus manos acariciaban su espalda con suavidad, se sentía tan bien, como hacía mucho tiempo no se sentía

—¿Y ellos? ¿Dónde están?

—Todos fueron donde la familia de Jimin, había una carta para él, donde decía que si volvía que llevará a todos a comer

—Deberíamos ir nosotros también... Le debo disculpas a esa mujer...

—Tienes razón... Pero y lo de-...

—Volveremos antes del anochecer, igual, así voy al pueblo y les advierto personalmente de lo que va a pasar

—Bueno, esta bien, vamos entonces

Ambos se alistaron y pidieron dos caballos, ambos iban cabalgando al pueblo, veían como había decaído en poco tiempo, Nam se sentía tan culpable que no podía evitar su arrepentimiento, le había dado la espalda a su pueblo por centrarse en otras cosas, su corazón parecía hacerse pequeño por ver eso, tanta gente en pobreza, las personas lo veían con molestia y decepción.

Siempre Te Protegere   ~Yoonmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora