26°

814 92 14
                                    

Pasaron algunos días y al parecer me habían dejado comer, me traían comida más seguido, de vez en cuando dejaban venir a Jungkook y me daba las noticias de Yoongi, parecía que aun estaba encerrado y no lo dejaban salir porque sabían que vendría a buscarme, yo por otro lado no podía salir tampoco, de vez en cuando venía Joung Soo, prometida de Yoongi a burlarse de mi, y a recordarme lo poco que valgo, por el hecho de no tener sangre real, esto no me importaba, ella era la que me daba pena y vergüenza ajena.

-¿Tu creíste que podrías estar con Yoongi siendo un simple plebeyo? - dijo riendo, en serio daba pena

-Señorita, usted me da vergüenza ajena, no puedo creer que el rey quiera casar al príncipe con alguien como usted - dije viéndola desde el otro lado de la reja, aunque esto no duro mucho

-¡Guardias! Abran la reja! Le enseñare a no faltar el respetó - vi que de su vestido saco un látigo no muy grande, en serio ¿Cómo andaba eso ahí?

Abrieron la reja y yo di pasos hacía atrás, esta no dijo nada cuando alzo su mano y me pego de frente, por suerte pude poner mis brazos al frente a tiempo o me habría dado en la cara sin dudarlo, sentí ardor en mis brazos y me queje por el dolor, pero esta no se detuvo, me pego varias veces, lograba proteger mi cara pero lo demás no, así que me ardía la mayor parte de mi cuerpo, mis piernas, mi abdomen, mis brazos, no pude evitar caer al suelo y hacerme un puño mientras me pegaba gritando como loca que aprendiera a respetar, a pesar de los golpes, solo pensaba en que estaba bien que esto me pasará, si en este reino están así de locos, no puedo imaginar lo que le puedan hacer incluso a un príncipe, si me pasaba a mí para que no le pasará nada a él, estaba bien; seguía golpeándome, olía a sangre, mis piernas y brazos sangraban, pude verla un poco y estaba con una sonrisa, disfrutaba lo que hacia, no se en que momento paso pero dejo de pegarme, por curiosidad quite mis brazos y vi hacía el frente, había alguien allí en frente protegiéndome, por mis lágrimas que empezaban a amenazar no pude ver bien, parpadee varias veces hasta que vi mejor.

-Jimin, Jimin respóndeme por favor! - era su voz, la voz que hacía mucho tiempo no escuchaba, la que me hacía sentir en las nubes y la que me hacía sentir tranquilo, al fin estaba aquí, había llegado a salvarme, a protegerme.

-Yo...Yoongi... - pude decir con voz suave, mi cuerpo temblaba y deje caer mis brazos, no tenía fuerza, pude ver que él sostenía el otro extremo del látigo con fuerza impidiéndole a ella moverse, mientras que con la otra mano tenía su espada apuntándole en el cuello a ella, esto llevaría problemas, muy graves, ella solo lo veía con asombró y enojó.

-¿Osas apuntarme con eso por un plebeyo?

-No es un simple plebeyo, es la persona que amo, mi pareja, la persona por la que daría mi vida, a la que quiero ver siempre, a la que le diría que si si me dijese que muriera por él, la persona que quiero proteger a toda costa y a la que no dejaré que lastimes más - pude escuchar esas palabras, me hicieron sentir bien, pero sentía mucha presión sobre mí y no pude evitar desmayarme y caer al suelo, solo escuche al príncipe llamarme a los lejos al principió, pero luego no escuche nada más...

...

Desperté y sentí dolor en mi cuerpo, al poder reincorporarme note que aún estaba en el calabozo, me quede sentado recostado a la pared, no se que había pasado después, pero esperaba que Yoongi estuviera bien, note que mis brazos estaban vendados, alguien había atendido mis heridas, suspire y luego vi como varios guardias entraban y agarraban mis brazos

-¿Que ocurre? - nadie me respondió, solo me sacaron de allí casi que arrastras ya que no podía caminar muy bien que digamos por el dolor que aún sentía, mientras me sacaban muchos sirvientes me veían entre esos estaba nuestro superior con una sonrisa en su rostro, me llevaron hacía la habitación del rey y entraron tarándome al suelo a la fuerza

Siempre Te Protegere   ~Yoonmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora