Capitulo 1

889 107 22
                                    

La fortaleza de la luna, así se hacía llamar a la residencia de los gobernantes del norte. Catell estaba impresionado al ver el interior lleno de velas, con el aroma de la cera vagando entre los muros de piedra.
Pasaron un pasillo enorme hasta llegar a una salón gigantesco con cientos de velas y mesas acomodadas.
Catell tomó una gran respiración antes de entrar.

—Yo, Axel Dunord

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Yo, Axel Dunord. Heredero de mi familia y futuro gobernante del norte —el alfa tomó las manos del Omega pelirrojo y sonrió—Tomo tu mano en matrimonio, para cuidar de ti, de tu bienestar y el de nuestra familia.

Catell miró a su padre, su madre y a sus pequeños hermanos, Tyla y Lyli. Les sonrió y después miró al alfa pelinegro frente a él.

—Yo, Catell Christen... Le entrego mi mano y espero que cuide de mí como yo cuidaré de usted

Los dedos de Axel eran fríos, pero eran gentiles y suaves, acariciaron las palmas del Omega.
Catell detectó de manera lejana el aroma a grosella del alfa, era extraño que fuera tan suave, pero no le tomó tanta atención, era agradable y consistente.

Todos aplaudieron, los del norte lucían menos entusiasmados que la familia Christen, algunos incluso estaban serios mientras seguían observando a la familia de pelirrojos con ojos analíticos y desconfiados. Pero Catell estaba bien con eso, por lo menos no le importaba ya que su futuro suegro: Willem Dunord lucía bastante satisfecho con él.

—Daremos comienzo al banquete —Anunció Willem Dunord a todos en el salón. Las puertas traseras se abrieron para dar paso a los cocineros con todas la charolas, platillos de carne y canastas de pan.
El aroma de la comida llenó el interior, la suavidad del calor de los hornos fue como una abrazo de vapor para todos los que tenían frío.

—Si me permite... —Catell se giró a Axel para escucharlo atentamente —Me gustaría invitarlo a dar una caminata nocturna después de la cena. Me encantaría conocer más a mi prometido...

—Por supuesto... —Sonrió el Omega —Tambien me gustaría conocerte...

Catell se sonrojó al recibir un suave beso en la frente de parte del alfa. Después lo vió alejarse hacia las mesas para darle la bienvenida a todos los invitados.

Su futuro esposo lucía tan diferente a los del norte.
No tenía esa aura desolada y dura que todos ahí tenían, incluso a comparación de Willem Dunord y su hermana menor Granate Dunord no tenía casi ningún parecido. Alex no tenía esa mirada estoica y gris, ni esos cabello rubios.
Catell sonrió un poco más... Su prometido lucía tan cálido, con una mirada amable.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Traiciones de invierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora