Opposti.

Capítulo 7.

¿Qué estará haciendo Hugo con esa chica? Lleva toda la tarde pensando en ellos, está muy preocupada. Confía en él, de quien no se fía es de ella. Está segura de que sus intenciones no son buenas. ¿pero qué va a hacer? ¿Prohibirle a Hugo estar con ella? Él es lo bastante mayor como para saber qué está bien y qué está mal. No debería preocuparse.

Ha salido a tomar un poco el aire, estar en casa le agobia. Va caminando cabizbaja, desganada; físicamente está ahí, pero su mente voló lejos hace un rato. De repente se choca con alguien y cae al suelo. Éste intenta evitar caer encima de la chica y salta. Julia mira al chico y para su sorpresa se encuentra con los ojos de Hugo.

- ¿Hugo? ¿Qué haces aquí? - pregunta Julia confusa.

- Estaba de camino a tu casa.

- ¿No habías quedado con Arantxa?

- Sí.

- ¿Entonces? - la chica no entiende qué está pasando.

- Es que... le ha surgido algo importante y ha tenido que marcharse - miente Hugo.

- ¿Estás bien? Te noto algo perdido.

- Sí, sí. No te preocupes - le dice el chico sonriendo -. ¿Quieres dar una vuelta?

- Es lo que estaba haciendo. Vayamos a ese parque de ahí - responde ella.

- Eh... Vale.

Caminan cogidos de la mano. Hugo está muy asustado, muy arrepentido... ¿Debe contarle a Julia lo que ha pasado? Ella, sin embargo, parece despreocupada. ¿Se lo dice? 

- ¿Nos sentamos allí? - pregunta Hugo. Julia le responde con un gesto de cabeza y se sientan.

Mira a su novio y nota preocupación en sus ojos.

- ¿Qué te pasa, cielo? - pregunta ella.

- Es que... yo... no sé cómo explicártelo.

- ¿Explicarme qué?

- Que... bueno... yo... - no le salen las palabras. La mira y se echa a llorar. 

- ¿Qué ocurre? - Julia se empieza a preocupar.

- Arantxa me besó.

- ¿Qué? - su corazón empieza a acelerar. ¿Ha oído bien?

- Arantxa me besó. Y yo no hice nada por evitarlo - dice Hugo sin dejar de llorar.

- ¿Por qué? - ahora Julia es la que se echa a llorar.

-  No sé, Julia. Estábamos sentados aquí y le estaba contando cómo llevabas lo de tu padre. Ella intentó aconsejarme y luego me dio un beso en la mejilla. Sentí el impulso de besarla, pero pronto me di cuenta y me aparté. Ella, sin embargo, vio cuáles eran mis intenciones y me besó. Al principio no supe cómo reaccionar, pero terminé cediendo. No sé por qué lo hice.

- No puedo creerlo.

- Yo tampoco. Me asusté tanto que me fui. No le dije nada. Simplemente me levanté y desaparecí.

- ¿Te gusta?

- Puede que sienta cierta atracción y que le tenga cariño, pero sé que estoy enamorado de ti. Lo siento muchísimo, de verdad.

- Yo también lo siento.

Julia, con los ojos rojos y llorosos, se levanta y se va. Pero Hugo la sigue, la coge del brazo y la acerca a él.

- Por favor, Julia, necesito que me escuches. Ha sido un error. Estoy enamorado de ti y quiero estar contigo. Dejaré de hablarme con ella, no volveré a verla, pero por favor no me dejes.

Julia no sabe qué hacer. Le quiere muchísimo y no quiere dejarle, pero no puede soportar tanto dolor.

- No sé, Hugo. No puedo creerte. Quiero, pero no puedo.

- Por favor. Sabes que te quiero. Te lo he demostrado siempre que he podido y lo seguiré haciendo si me das otra oportunidad - el chico se acerca ella y la besa. Julia se aparta tan pronto como puede.

- Quiero estar sola.

Pero Hugo insiste y vuelve a besarla. Esta vez Julia se deja llevar. Al principio es un beso amargo, doloroso, pero luego se vuelve apasionado y dulce.

- Haré lo que sea para que vuelvas a confiar en mí.

- No sé qué creer ahora mismo. Necesito... necesito pensar.

- Esperaré lo que haga falta.

- Adiós, Hugo.

- Adiós, Julia. No olvides que te quiero.

Se separan y cada uno sigue su camino.

Llega a casa y se encierra en su habitación. Llora desconsoladamente. ¿Por qué siempre está llorando? No es capaz de pasar un día entero sin derramar ni una sola lágrima. Se odia. Está cansada de sufrir.