l o s i n g g a m e [Hyunmin]

Capítulo 01

Un mundo mágico habitado durante tantos siglos por diferentes especies: dragones, seres mitológicos, especies extrañas, seres humanos con habilidades especiales, entre otros, todos dirigidos siempre por un gran poder; un poder que significaba muchas veces fortuna o la peor desgracia. El mundo así se movía, guiado por fuerzas sobre naturales para controlar a todo ser viviente y dentro de ese mundo, existían naciones, pueblos, imperios; que luchaban por ser el lugar más glorioso de todos. Dicho lo anterior, existían dos grandes potencias, un imperio tradicional, con grandes fuerzas territoriales y una dinastía imperial de siglos y una nación mucho más sencilla, más diplomática, con muchos menos recursos, que vivía bajo las huellas de la represión por parte de otras naciones o imperios; ambas luchaban constantemente por mantener poder, conquistar y vencer, aunque con visiones totalmente diferentes.

Arcadia, un imperio ancentral que por miles de años había reinado con gran poderío, contando con un gran ejército, con muchos recursos y lo más importante, una monarquía rígida, tradicional y con una diversidad de príncipes y princesas que aspiraban al trono después de la muerte del rey, basado en las habilidades y poder de un guerrero; no bastaba sólo con ser el progenitor, por ello, cada príncipe, cada princesa, entrenaba desde que tenía uso de razón para adquirir así habilidades sobre humanas y llegar un día a liderar ese gran glorioso imperio.

Si bien en un imperio podía tener grandes fuerzas para conquistar, en este mundo, existía una gran fuerza sobre natural que brindaba habilidades extraordinarias a las personas que lo poseían; un contenedor con poderes mágicos que daba un poder especial a quien lo adquiría. Nadie sabía con exactitud desde que momento o cómo fueron creados, lo cierto era que quienes lo adquirían, se conectaban con un alma que los guiaba y les daba el poder necesario para luchar y vencer, sin embargo, no todas las personas eran dignas de este poder y bajo ese razonamiento, el elegido o elegida debía cumplir con ciertas características para poseerlo; existían diez.

Fuego, agua, espíritus y títeres, rayos, tierra, vida, ilusiones, viento, fuerza; eran algunos de los poderes que brindaba cada contenedor, que podía ser utilizado en un arma o cualquier artefacto que sirviera en el campo de batalla.

Arcadia tenía seis de los diez contenedores, seis de los diez grandes poderes para gobernar a la nación o imperio que quisieran y que eran distribuidos entre todos los posibles herederos al trono.

- No deberías entrenar tanto, podrías lastimarte. - Una de las princesas observaba como su hermano mayor después de muchas horas de entrenamiento, estaba con sus últimas fuerzas. Ella y su hermano eran hijos del rey junto a su última esposa, por lo que eran los menores del reino.

- Yuna, no necesito que te preocupes por mí. - su cuerpo apenas podía resistir permanecer de pie, aún así no quería rendirse y quería continuar. Mejorar era parte de sus entrenamientos constantes para poder ser más fuerte.

- No es que me preocupe por ti Jeongin, deberías entender que aún te falta mucho para lograr lo que quieres, ese contenedor no será tuyo. - aunque ambos eran hermanos, más que crecer unidos, crecieron distanciados por la rivalidad de ver quién era mejor y sí, Yuna había demostrado más fortaleza física.

- Yuna, no interrumpas a Jeongin. - Otra de las princesas se unía a la conversación de hermanos, ella era hija de la segunda esposa del rey, su nombre era Ryujin.

- Llegó la salvadora- El sarcarmo era parte de Yuna. - en fin, seguiré con mi entrenamiento, nos vemos hermanito, suerte. - sólo dió la media vuelta ante la mirada avergonzada de Jeongin, que sí, podía sentirse inferior a su hermana y eso le molestaba.

- No era necesario que intervinieras Ryujin. - Jeongin miraba a la princesa con frialdad, aunque eran relativamente cercanos, no era un buen día para él.