Capítulo 11

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Parecía una completa locura, una vez más Suzy daba órdenes como si fuera la dueña de sus vidas; Jeongin odiaba realmente a su madre por ello, aún más cuando podía ver el rostro desesperado de Ryujin, que guardaba silencio con su mirada baja, aceptando aquellas estúpidas e irracionales mandatos.

— Por cierto... ¿Y Seungmin? — apenas la emperatriz notaba que uno de los príncipes no estaba ahí.

— ¿Importa si está o no? — respondió Minho bostezando. — ¿Es todo lo querías decirnos? Para ver si hago algo más. — la actitud del mayor de los príncipes, cada día desesperaba más a Jeongin.

— No, ya terminé. — la mirada fría de Suzy no podía alejarse de Minho; el desinterés de este y el no saber que tramaba, también llegaba a molestarla un poco, aunque para ella, todo estaba bajo control.

— Entonces me retiro. — sólo salió del gran salón, como si nada importara.

— Yo también. — Ryujin hizo una pequeña reverencia hacia la emperatriz, saliendo de inmediato, casi siguiendo los pasos de Minho.

Jeongin apretó uno de sus puños, mordió ligeramente sus labios, estaba tan molesto. — Tch... — lo que de inmediato fue captado por su madre.

— Déjenme sola con mí hijo. — ordenó Suzy; en segundos comenzaron todos a retirarse, incluso Yuna que había estado en silencio en todo momento. — ¿Sucede algo, Jeongin? — fingió un tono de voz dulce hacia su hijo mayor. — Puedes confiar en tú madre... — se acercó a él para intentar tomar el rostro de Jeongin de sus mejillas, sin embargo, este de un golpe corrió las manos de esta, impidiendo que lo tocara.

—No necesitas hacer como si te preocupara algo de mí. — la mirada de Jeongin estaba llenándose de odio hacia ella. — no estoy ni estaré de acuerdo con tus estúpidas decisiones, así que si cometes algún error que dañe a alguien querido para mí, no voy a perdonarte y voy a terminar cont...

Ojalá Jeongin hubiera terminado lo que quería decir, pero Suzy no permitiría que alguien justo frente a ella la amenazara de tal manera, ni su propio hijo; lo golpeó tan fuerte con una de sus piernas, que el cuerpo de Jeongin saltó varios metros más allá quedando semi herido.

— No olvides que no eres ni la mitad de fuerte de lo que soy yo. ¿O no se lo preguntaste nunca a tú padre? Pobre... Debiste ver su rostro en los últimos segundos de vida, implorando vivir...

— Qué... Qué estás diciendo... — apenas Jeongin se estaba levantando, por suerte estaba con el poder de su contenedor; su lanza, la que sostuvo fuerte en una de sus manos. Suzy acababa de confirmar las sospechas que tenía desde que supo sobre la muerte del emperador. — Eres una maldita... — intentó atacarla, pero nuevamente fue estrellado contra una pared del lugar de un solo toque por Suzy.

— No creas que el hecho de tener ese poder, vas a poder tocarme un pelo. — Suzy era tan cruel; se acercó a Jeongin que apenas podía levantarse. — será mejor que continues siendo mi obendiente hijo... ¿Si? — sonrió y simplemente abandonó el lugar dejando sin mucho movimiento a su hijo.

Yuna había observado todo desde las sombras; su mirada estaba casi muerta, ver a su hermano derrotado no había movido siquiera un poco de sus sentimientos, pero a la misma vez sentirse tan muerta le causaba enormes conflictos. Sólo se fue, debía ir con Ayaka.

— Minho... ¿Por qué Seungmin? — Ryujin estaba en la habitación de este, ni siquiera pudieron darse cuenta del asunto entre Jeongin y Suzy.

— No lo sé, simplemente creí que sería bueno enviarlo lejos de aquí. Quizás pueda obtener más fuerzas... — ya dolía fuertemente su cabeza, estaba cansado. — solo necesito un poco más de tiempo. — quizás la falta de Bangchan hacia que Minho se sintiera perdido a ratos y aunque realmente odiaba los asuntos serios, sus hermanos y el futuro del Imperio por supuesto que le preocupaban.

l o s i n g   g a m e  [Hyunmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora