Capitulo 4

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Nuevos desconocidos.




El pensar en querer enmendar las cosas del pasado es muy arriesgado, aun así.
Tendré que hacerlo.
Volver por una razón en especial ya que siento que debo arreglar lo que  Hace ya casi cinco años destruí.

por ahora hemos llegado.

Rápidamente abren la compuerta del jett, mientras mi padre baja.

Me acerco a la puerta asiendo que el aire gélido de las vegas toque mi cara, que provoca que la capucha de mi jersey caiga, siendo así mi cabello liberado.

Mientras observo lo que se cierne frente a mí.

Es de noche. Las luces de la ciudad son lo primero que veo, justo como lo recordaba.
hemos aterrizado en una autopista donde se ve claramente la inmensa ciudad de las vegas.

Por fin en casa.

Suspiro.

Me apresuró a bajar viendo a mi padre esperarme al pie de la escalera.

—Bienvenida de nuevo hija.

Dice de pronto. Sus facciones se encuentran relajadas, como si estuviera seguro que esto está bien.

Asiento.

—Por fin en casa. —digo en vos alta más para mi misma que para el.

El sentimiento se aproxima, todo lo que pasó, lo que viví.

Trato de apartar esos pensamientos mientras que caminamos a la camioneta negra que nos espera.

Dos personas salen de la camioneta y se aproximan asía nosotros.

—Ivan! los estábamos esperando.

Dice de pronto el hombre de traje el cual viene de compañía con un joven.

Ambos de compostura fornida.

Demasiados atractivos para mi gusto.

—El vuelo resultó ser más lento de lo que esperaba. —respondió mi padre.

Entonces el hombre habló.

—Tu debes ser havana?!—tu padre a hablado mucho sobre ti.

—Soy Alex, socio y colega de tu padre, este es mi hijo Eric.

Dijo mientras señalaba al joven.

—un placer conocerte.

Dijo Eric mientras extendía su mano hacia mí.

Por un momento me quedé gélida sin saber cómo saludar, la verdad que no se me da muy bien ser amable.

Así que rápidamente reaccioné
Y extendí mi mano fría hacia la de el.

—Es un placer conocerlos.

Ellos asintieron mientras sentía sus ojos sobre mí.

Force una sonrisa para evitar ese momento incómodo en el que no se que más decir.

Así que mi padre se aclaro la garganta y  habló.

—Bueno, debemos irnos ya.

—Claro.

Dijeron ambos.

Así que rápidamente subimos todos ala camioneta, Alex en el volante y su hijo de compañía mientras mi padre y yo íbamos de pasajeros.

No recordaba a Alex, de hecho nunca lo había visto por aquí.
Al parecer muchas cosas cambiaron después de mi partida,

Claro que lo harían.

Permanecemos en silencio, mientras  observo la ciudad por la ventana, tanta gente como siempre.

La actividad que existe aquí es bastante pesada, día y noche, casinos y bares, prostíbulos y demás. Todo como lo recordaba.

Antes viví con mi madre, nunca había vivido con mi padre asta ahora.
No se como valla a funcionar, esto es nuevo para mi.

Aún así, tendré que adaptarme.

De pronto llegamos al vecindario donde vive mi padre.

Pasamos los extensos jardines que rodean la casa, rosas rojas y de más.
Son iluminadas por los faroles.

El carro se detiene al pie de la entrada al gran vestíbulo.

La casa de mi padre.

Como podría describir esta maravillosa creación arquitectónica.

La mansión está hecha de mármol  pulido, los grandes ventanales de cristal abarcan las paredes revelando el interior.

Cortinas, necesitamos cortinas.

Bajamos junto con Alex y su hijo mientras los encargados bajan mis maletas

—Tu habitación está arriba, Teo te la mostrará.

Habla mi padre una vez estamos dentro.

En bobada veo el gran vestíbulo principal donde los colores neutros resaltan.

—por aquí señorita—dice una vos.

Rápidamente veo de donde proviene.

Un joven, moreno.

Alto y fornido.

Bastante atractivo.  Quien carga mis maletas.

Supongo que es teo.

—Oh... si! —digo rápidamente mientas camino.
—Te estaré esperando dentro de una hora, iremos a cenar.
Avisa de pronto mi padre .
Asiento
—Esta bien.

El joven me guía por las escaleras de mármol, mientras observo las habitaciones. Nos detenemos en un pasillo que lleva última puerta de la planta.

La última.

—por aquí señorita. —Me dirige.

Abre la puerta y una vez dentro puedo observar la habitación, color blanco, tiene una decoración moderna con muebles y estantes color negro.

Realmente se esforzaron.

—Espero la habitación sea de su agrado. —Dice de pronto el joven

—Oh si. Lo es. Gracias.

El asiente.

—por cierto, me llamó teo, estaré a su disposición cuando guste —me sonríe

—Un es placer teo, soy havana.

—Lo sé, señorita.

Asiento.

—Oh, llámame havana, solo havana.

Trato de sonar simpática, no quiero ser grosera con el.

—Esta bien havana, bienvenida.

—Gracias. —Sonrió.

Y con eso se marcha dejándome sola.

Dentro una hora debo estar abajo, así que no pierdo tiempo en entrar a la regadera y ducharme.

Espero mi estadía sea agradable aquí, ya que será por un tiempo.





















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⏰ Última actualización: Nov 14, 2021 ⏰

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