Capítulo 4

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— A Jun le gusta Wonwoo hyung.

— A Wonwoo le gusta Jun hyung.

Ambos menores se juntaron y dijeron su descubrimiento; bueno, en realidad sólo confirmaron sus teorías.

— ¿Qué deberíamos hacer?

— Dejarlos ser —dijo Minghao,— Si sus sentimientos se han mantenido por quizás ocho años, créeme que nada ni nadie los va a cambiar.

— Tienes razón —Mingyu suspiró,— Aunque me estresa que sean tan obvios y no hagan nada.

Ambos miraron como la dupla salía de la biblioteca y caminaban sonriendo.



— Wonwoo, no sé que le pasa a Sunny —contó lo que había visto esa mañana,— Se veía como cansadita y vomitó algo extraño.

— ¿La llevaste al veterinario?

— Aún no.

— Pasemos a buscarla y vamos juntos —dijo el coreano y Jun asintió.

Caminaron hasta la casa del chino, tomaron un par de cosas y llevaron a la gatita a la clínica veterinaria lo más rápido que pudieron.

Al llegar, Jun contó con el mayor detalle el reaccionar de la gatita esas últimas semanas y el veterinario sonrió cuando tuvo el diagnóstico.

— No tienen de que preocuparse, eso es algo completamente normal cuando el animal entra en estado.

— En... ¿Estado? —Jun aún no comprendía, miró confundido a Wonwoo.

— Eso significa que serás abuelo, tonto —explicó Wonwoo,— Sunny tiene gatitos en la panza.

— ¿Gatitos? —quedó pensando antes de reaccionar,— Oh por Dios, gatitos... Seremos abuelos, Wonwoo.

Se levantó a hacerle cariñitos a la gatita que estaba sobre la camilla, mientras Wonwoo lo miraba enternecido.

La voz del veterinario lo hizo voltear la mirada hacia él.

— ¿Es así de efusivo siempre? —preguntó sonriendo.

— Incluso más —Wonwoo afirmó y volvió su mirada al chino, que le susurraba palabras al animal.

— Se ven una pareja muy linda —dijo el veterinario, obteniendo la mirada del otro incómodo,— Así que no se lo has dicho ¿Verdad?

Wonwoo se vio expuesto y sonrió nervioso. Negó lentamente.

El veterinario entendió y no volvió a preguntar.

Les habló a ambos, dándoles indicaciones de cómo cuidar a Sunny ahora, qué cosas comer y qué hacer en caso de equis situación. Igual cualquier cosa podían llamarle y él los atendería; dicho esto, los despidió sonriendo.

— Vuelvan el próximo mes para ver el avance —les dijo en la puerta,— y Wonwoo, ten confianza, estoy seguro que funcionará.

Wonwoo asintió y Jun lo miró sospechoso.

Caminaron lejos de la clínica cuando el chino se atrevió a preguntar.

— ¿Qué quiso decir el veterinario?

— Nada importante, tranquilo...

Wonwoo sonrió, calmando un poco a Jun.

Llegaron a una plaza y se fueron a sentar a una de las bancas vacías que había; la pequeña gatita se durmió en los brazos de Jun.

Quizás, Wonwoo encontró la oportunidad en esos momentos.

— Junnie ¿Hay... alguien que te guste?

— ¿Por qué la pregunta? —se sonrojó, pero lo ocultó mirando a otro lado.

— Han pasado diez años y jamás te he visto con pareja —dijo mirando a la nada,— Somos amigos ¿Verdad? Sabes que puedes confiar en mi.

Jun suspiró.

— Si, hay alguien —hizo una mueca.

— ¿Q-quién es? —la verdad es que Wonwoo no quería escuchar la respuesta.

— Es un chico —empezó, sabía que el coreano no lo juzgaría,— Lo conocí cuando llegué y de verdad me gusta mucho, me hace muy feliz verlo, lo quiero —sonrió, no se atrevió a decir el nombre,— Y aunque nunca se lo he dicho, me gustaría quedarme con él siempre...

Ver a Jun tan enamorado, rompió un poco el corazón de Wonwoo.


Entre Libros y Gatitos | Wonhui ⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora