♣️Capítulo 2♣️

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Aula de matemática:

—¿Alguien se ofrece voluntario o debo escoger yo? — preguntó el señor Roger, un hombre de unos aparente 20 años que en verdad tenía 32, cabellera castaña con rubio en las puntas, hombros anchos y voz elocuente. Solo había una manera de definir al profesor de mates y "delicioso" no era lo suficientemente bueno para ello. Enserio, era un monumento de hombre que no solo a mi me hizo babear, probablemente las bragas de toda la población tanto heteroaexuales como no tuvieron que ser cambiadas.

Como era de esperar la integrantes femeninas que excedían en gran media a los integrantes masculinos alzaron la mano como perros hambrientos al ver un hueso.  No porque en verdad supieran la respuesta, solo querían su atención y enserio ¿quién no quiere a esos bonitos ojos castaños mirándote? Yo no fui la excepción.

El profe sonrió y negó con la cabeza — las niñas son las que dominan esta aula, ¿qué pasa con los niños? ¿Ninguno se atreve?

Reímos, no había nadie mejor que él.

Un chico, que seguramente sería guapo de no estar a junto a Roger tomo la tiza.

El turno paso sin mayores acontecimientos, todas lamentamos la despedida del profesor y no pasó mucho para el comienzo del turno de química. Mientras el profesor Roger era todo relajado y con un aire juguetón, el profesor B.Coper tenía un ambiente cargado y tenso, para nadie era un secreto que odiaba este internado y a sus alumnos aún más. Sinceramente, ¿si no te gusta esta profesión para que la ejerces?

Seguramente por el elevado salario de los profesores, tenía entendido que excedía en gran medida a los maestros de otras escuelas.

—Comenzaré por informarles su notas — casi podía ver su sonrisa o talvés era mi imaginación. En ella, le salían cuernos con un bigote ondulado y delgado, vestía un traje negro parca mientras nos maldecia desde el infierno tipo "comeré sus almas, mocosos del demonio muejajajaja". Sip, infantil, pero tienes que ver lo divertido para no amargarte la vida.

—Sjećate li se tog djecaka?*

¿Qué?

— Jebati! ozbiljno?*— exclamó en susurros — je li taj jezivi tip opet ovdje?*

— Da, kako će Judar biti?— aclaró sin mucha convicción.

¿Que idioma es ese? Casi siempre ignoro las charlas que no entiendo pero...cualquier cosa para distraer mi mente de esta clase sirve y por sus expresiones debe ser importante.

— Loše, naravno da li bi ti bilo drago vidjeti tipa koji ti je razbio lice?

¿Destrozó? ¿Alegrar?

— Habe Stalin — salte, como si me hubieran descubierto espiando los vestuarios masculinos.

—¿si?

Solo me miro con su típico entrecejo fruncido, con razón tiene tantas arrugas — 19 puntos de 20, si prestaras atención no perderías puntos en estupideces.

Aproveché a sacarle la lengua cuando bajó la cabeza, a mi lado escuché a alguien reír con disimulo, le eché una mirada a Soléis Saberlott, callada pero popular, una chica relativamente normal con el novio más famoso del instituto. La típica historia de la nerd y el popular.

Le ofrecí una pequeña y minúscula sonrisa que devolvió.

Era realmente linda.

{...}

Esa conversación de lo que creo que es el idioma croata se mantuvo dando vueltas en mi mente.
¿Alguien destrozó algo en la escuela? ¿Golpearon a alguien? ¿Por que mencionan la palabra "alegre"?

No tenía sentido y realmente no me importaba ni en lo más mínimo, camine por los pasillos disfrutando del silencio, podía saltarme la clase de Educación Física como buena vaga que era, la eficiencia física no era mi actividad favorita pero bien podría mirar desde la distancia mientras jugaban baloncesto, tendría que esperar una hora el turno de Ariel pero sería un buen desperdicio de tiempo. Ya en las gradas me senté en el escalón más alto y apartado del resto que platicaba entre risas, saludé con una mano a un grupito pero me negué a unirme. Recostándome mire al cielo nublado y temblé por la fría brisa, era un buen día o al menos eso pensé hasta que el olor de un cigarrillo llenó mis fosas nasales.

— fumar esta prohibido — le dije al chico que se ocultaba de bajo de las gradas.

— ¿me detendras? — me miro con sorna y negué con la cabeza, el cuello me dolió un poco por la posición incómoda y me senté.

— no e visto nada — asegure con desinterés — pero hacen una inspección de habitación todas las noches ¿cómo logras esconderlo?

— es mi primer día aquí, o al menos desde que regresé.

¿Regresó?

— ya veo, suerte con eso.

— quien diría que alguien del comité disciplinario dejaría pasar una falta al protocolo.

Reí un poco — si, quien lo diría.

— soy Dylan Reyes, ¿y usted señorita?

— pensé que ya lo sabías

— la banda en tu brazo te delató.

Mire brevemente la prueba de que era parte del comité y volví mi vista hacia el peli negro.

— Soy Heba Stalin, encantada. ¿Ya le hicieron el recorrido o recuerda todo?

— uhm... — toco su barbilla con fingida duda — no estoy tan seguro, ¿podría acompañarme para verificar?

— por supuesto.

Bajando los escalones vi a Ariel y lo saludé con la mano para acompañar a Dylan, quizás él me ayude a olvidar a Ari por un tiempo, demoró unos segundo en devolverme el saludo pero al final sonrió pronunció de manera inaudible "nos vemos despues". Odie la manera en que mi corazón latió emocionado y con timidez fui hasta Dylan que me esperaba con una mirada analítica, murmuro un "vamos" y lo guió por la institución. El recorrido se me hizo extremadamente corto entre pláticas y risas, no recordaba haberme reído tanto en todo este tiempo, ni siquiera con Ariel, en esta media hora descubrí que él era de quien hablaban las chicas en el turno de química y que al perecer lo habían suspendido por una pelea pero no quiso decirme con quien o el porque del pleito, no indague más, algo en su forma de hablar me dijo que no me metiera demasiado en el tema. Más tarde me acompañó hasta mi clase de legua y se despidió con un beso en mi mejilla. Entre con una pequeña sonrisa y mi mejor amiga me interrogó sin mayor contemplación, al parecer la noticia del chico problema y la chica del comité se había expandido con rapidez. En la salida Ariel me esperaba, revolvió mis cabellos como siempre pero me negué a sonreír, me esforzaré para olvidarlo, notando un cambio estudio mi postura con seriedad y rodeo mis hombros.

— vamos a por tu hermana — si fuera otra persona habría pensado que lo hizo para obtener una reacción celosa de mi parte pero Ariel no era así.

Sin embargo, nada me preparo para lo que vi más adelante, rodeado de estudiantes el cuerpo muerto de Dylan Reyes descansaba en una posición antinatural, su rostro estaba dando la cara a su espalda, sus brazos rotos y doblados, una bara atravesaba su estómago y otra se doblaba en una U en su muslo.

Dylan Reyes estaba irremediablemente muerto.

Reino de mentiras (Saga Internado #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora