Perfect Doll ♡Sope♡

c i n c o

El fastidioso sonido de la alarma lo estaba despertando y la luz de la mañana que las cortinas azules filtraban le decían que debía levantarse. Con flojera revisa la hora, 07:22 am. Demasiado temprano para su gusto.

Quiso volver a dormir, dándole la espalda a la ventana, pero al hacerlo, notó la sombra en la puerta, la cuál desapareció rápidamente. Jodida mierda, un duende.

Pero no podía ser posible, entonces se guío a la idea más lógica, pues según él ya que sabía de quién se trataba.

—Ah, Hoseok... cielo ¿Tan temprano?— Grita con voz dura fingida, no verdaderamente molesto.

Con una sonrisa, se levanta de su cómoda cama, abriendo la puerta, para ver a su preciado Hoseok sentado en una silla observando el umbral del balcón, que era decorado por diferentes pinturas.

—Buenos días, cariño, no sabía que eras un madrugador—

—¿Cómo dices? oh, no no, NamJoon no me ha llamado. De igual manera no pienso salir, me quedaré aquí, contigo es más cómodo— Dijo dándole un pequeño beso en la frente plástica. —Haré algo para mi, ¿Tú quieres algo?... Ahh, te lo pierdes entonces—

La mañana fue agradable con el sol en un punto que los abrazaba y el viento besaba sus mejillas, nada fuera de lo normal. Si a su situación se le podría llamar normal, aunque nadie podía definir con exactitud esa palabra tan mal usada.

La puerta principal fue golpeada tres veces, sorprendiendo al mayor que no esperaba a nadie, fue a recibir a dos sonrientes cómplices.

—NamJoon... YeonJun ¿Qué quieren?— Su sorprendida expresión cambiando a una más seria, recordando su amargo enojo.

—Hola Hyung y solo venimos a visitarlo...— Habla el menor con una suave sonrisa. YoonGi se pregunta entonces, internamente, qué es lo que hace el hermano de Taehyung con NamJoon todo el tiempo... Incógnitas que no le incumbian.

—¡Hola! Sí, sí, nosotros, lamentamos nuestra actitud tan pesada, no fuimos amables y lamentamos nuestro comportamiento—

—Al menos reconocen su error. Bien. Los perdono… por ser mis mejores amigos no deseo guardar rencores, y díganme ¿Se les ofrece algo?—

—Uh, NamJoon tiene algo planeado—
Levantó su vista hasta el más alto, esperando que recordara el plan.

—Exacto— Sonríe— ¿Has pensado comprarle un presente a Hoseok? Estoy seguro que le agradaría un regalo tuyo— Susurra esta vez, aunque no tuviera caso, el muñeco nisiquiera podría escucharles.

—Bueno...—

—Yo podría cuidar de Hoseok, no tendría de qué preocuparse—

—¡Así es! ¿Que dices?—

El pálido lo pensó por un momento, quizá si le vendría bien un pequeño presente.

—¿Cariño? Iré por más comida, prometo no tardar ¿Si? YeonJun se quedará contigo, no tienes de qué preocuparte... Si sé que lo prometí, pero necesitamos más comida. Lo siento, te lo voy recompensar después—

Sin más, salió del apartamento.

Dejándolos sólos, a un menor nervioso por el aura que le rodeaba y a un muñeco observando cada movimiento desde sus ojos de cristal celeste.