Sentado en una de las bancas de las frías calles de Seoul, Sunoo estaba jugando con la paleta de fresa que tenía en su boca. Sus cabellos estaban despeinados, pero no le importaba, en lo único que estaba concentrado, era en que su vista encontrara un objetivo bueno esa noche.
Siguió jugando con su dulce, hasta que su mirada se encontró con un hombre sumamente atractivo, a él no le importaba si eran atractivos o feos, si tenían un pene grande o no, lo importante era que llevaran buen efectivo en su billetera.
Le dio una mirada rápida al sujeto, cabellera bien peinada, zapatos relucientes, se veían costosos, un traje negro, con su corbata morada hecha un desastre. Ah... Parecía tener lo que necesitaba. Iba a intentarlo con ese viejo de allí.
Se levantó de su asiento, y se echó a correr tras su almuerzo.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca, supo que él era el indicado para esa noche, con solo mirarlo, había algo que le decía que él era bueno. Toco su hombro.
—¡Oye tú, viejo! —Con la paleta aún dentro de su boca, preparó su mejor sonrisa para él tipo frente a él—. Trescientos sin los gatos del hotel. Quinientos sin protección. Entonces, ¿Te interesan mis servicios?
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red bed › sungsun
Romance❝Te atrapé, chico❞ Park Sunghoon, un joven hombre de tan solo veinticincos años, caminaba a casa ebrio, cuando se topó con un niño bonito con un caramelo, ofreciéndole servicios sexuales a cambio de dinero. Un momento que había quedado marcado en su...