Capítulo 2 (+18 Version)

14 3 0
                                    

Pauline se quedó boquiabierta al descubrir el diario que había estado guardando desde mi llegada a la casa.
- Lo he estado mirando mientras tu estabas en la habitación esa a la que me prohibiste entrar.
- Si... ¿Qué has visto?
- Llegaste un día con un amigo, parece majo, ¿dónde está?
Una lágrima se deslizaba por mi rostro.
- No he visto nada más, dijo Pauline, justo llegaste tú.
- No te has perdido nada interesante, no sé que haces aquí, sube a descansar.
Sus ojos me miraban fijamente.
- Te llevaré algo para comer.
- Muchas gracias Finley.
Al observar que Pauline había subido la escalera me relajé, casi me pilla.
Al instante, la campanita volvió a sonar. Subí lo más rápido posible.
- ¿Qué quiere?
- Pronto deberás viajar, dijo mientras se reía.
- Ya... ¿No la podemos dejar aquí?
- ¡Te he dicho que no! ¡No te enfrentes a mi o acabarás igual que ella!
- Vale, contesté con los ojos mirando hacia el piso.
Me fui llorando, llorando como nunca lo había hecho, unas lágrimas enormes pero pensando todo el rato en el destino de Pauline. No podía dejar que eso pasara pero tampoco quería sacrificarme yo.
Llegó la noche, mientras estaba en mi habitación me puse a pensar en ella, mi nueva amiga. No la conocía demasiado por lo que pensé en ir a verla a su habitación. Y así lo hice.
- Hola, Pauline
-¡ Hola Finley! Ya me he aprendido tu nombre, dijo riéndose.
- Sí, ¿Qué tal? ¿Estás mejor?
- Sí, gracias a tí.
Esas palabras me pusieron muy contento.
-No es para tanto, Pauline.
- Por cierto, ¿Puedo decirte algo?
- Dime
- Leí todo tu diario, sé mi destino, sé que moriré, sé que detrás de la pared que tienes detrás está la criatura de la que hablas, sé lo que le pasó a tú amigo pero también sé tu destino.
- ¡Pauline, no puedes dec...!
- ¡Ya lo sé, también lo he leído!
- Por cierto, ¿Cómo sabes mi destino?
- Lo cierto es que lo he escuchado a través de la pared.
En aquel momento empecé a sudar
- Mejor no me cuentes más.
- Mejor no te cuento más.
-Bueno Pauline, gracias por todo.
Volví a mi dormitorio, pensando en lo sucedido hacía unos segundos. La conversación con Pauline pero también en otras cosas muy diferentes a eso.
Al empezar a pensar en aquél tema noté que mi corazón cogía velocidad. Sentía amor, sentía pasión, sentía sentimientos y por primera vez en mucho tiempo sentí excitación. Cogí lo que viene siendo mi miembro viril y empecé a masturbarme. Haciendo movimientos lentos aunque a medida en la que pasaba el tiempo más rápido hasta que llegó una sensación de placer extremadamente fuerte. En ese momento paré y volví a repetirlo todo otra vez. Fueron 3 veces 🥵. Estaba agotado por lo que limpié las sábanas bien y me fui a dormir. Era extraño porque mientras intentaba dormir, oía grititos al otro lado de la pared. Que pasaría?
<•>
-Buenas noches. ¿Hablo con Oscu?
- ¿Qué quieres Eroy?
- Tengo aquí, en mi casa, dos platos para usted de muy buen gusto. A uno intentaré mandártelo en dos días. A la otra en una semana la tienes ahí. Sus nombres, Finley, un manjar que he estado preparando durante semanas. Y Pauline. Una mujer hermosa y seguramente de tu agrado.
- Muy bien Eroy. Seguro que sabrán muy bien. Por lo que espero al chico en un par de dias.
- Exactamente.

<•>

Por la mañana, la persona de la que estaba enamorado entró en la habitación.
-¡FINLEY! He escuchado que te va a mandar con un tal Oscu en dos días y a mí en una semana!
- ¿Qué?
- ¡Lo acabo de escuchar! Estoy muy asustada. Tengo miedo.
-Tenemos que hacer algo. Ya sabes dónde está estamos. Que esta casa es una farsa. Pero sobre todo. Que estamos aquí por algo. ¿Hemos acabado aquí por casualidad? No lo creo. No tiene mucho sentido.
-Tienes toda la razón, Finley. Pero, ¿qué podemos hacer?
- Ir en contra de la bestia, criatura, lo que sea. De cualquier modo.
- Pero puede ser peor.
- ¿Hay algo peor? ¡Pauline vamos a ser comidos! Tenemos que impedirlo. Mañana por la noche en la puerta de su habitación.
- Vale.
Cuando Pauline se fue decidí escribir una carta contándole todos mis sentimientos por si no llegábamos a seguir con vida.
Acabé muy tarde, era muy sentimental, me daba vergüenza. Pero la noche llegaba. Se la debía meter por debajo de la puerta en las apenas 12 horas que quedaban.
El tiempo pasaba muy lento...
11 horas
10 horas
9 horas
9 horas y media...
Decidí meterla ya. ¿Qué pasaría?
Llegó la hora en la que habíamos quedado en el pasillo.
- ¿Entramos?
- Finley, demasiado tarde, nos ha escuchado. Viene a por nosotros. Ha adelantado los planes a esta noche. Yo no me voy a arriesgar, intentaré salvarme haciendo lo que me mande.
- Vale, es tu decisión. Por lo menos nos podemos despedir con un abrazo
Así fue, nos fundimos en un abrazo cálido en el que sentí demasiadas cosas pero debía seguir hacia delante.
Nada más terminar abrí la puerta de roble de una patada.
De repente, ví lo que nunca pensé que iba a ver.
- ¡FINLEY! PREPÁRATE...

TIK TAK (+18 VERSION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora