Me, Lee Jeno.

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Esa mañana.... ¿Cómo podría describir Jeno esa mañana?

¿Horrible?¿Pésima?¿Fatal?

Honestamente, todas esas palabras quedaban bien.

A las cuatro de la mañana su celular vibró, indicando una llamada entrante. Jeno, desde el mundo de los sueños, estiro su mano y contestó aún acostado en su cómoda cama.

-Jeno necesito que le digas a mamá y papá que entré en labor. Jungsu se desmayó cuando nos dimos cuenta y no sé que hacer.

La voz nerviosa y al borde del llanto de su hermana al otro lado de la línea lo hizo despertarse totalmente.

-Ya vamos para tu apartamento, no te preocupes. ¿Puedes moverte?- Habló saliendo de su habitación. Cuando escuchó un suave 'sí' suspiró de alivio. -Bien, busca el bolso para la bebé y esperanos.

Sus mamá lloró cuando le comentó, pero su padre con rapidez la calmó y tomó las llaves de la camioneta. Jeno salió del penthouse con el corazón a mil, sus manos temblaban y su cuerpo parecía tener vida propia corriendo hacia el apartamento de su hermana.

Cuando entró al lugar, todo estaba oscuro y unos leves sollozos se escuchaban desde la sala. Al encender las luces, pudo ver a Yeeun sentada en el sillón sosteniendo su estómago mientras cerraba los ojos con fuerza.

No recuerda exactamente qué sucedió luego, pero ahora a las 6:30, toda su familia esperaba en la sala de espera un reporte de la situación de su hermana.

-Jeno,- su padre lo llamó. -Debes ir al colegio. Llamaré al señor Oh para que traiga tus cosas y el doctor Kim te prestara el baño en su oficina.- Jeno asintió y observó al esposo de su hermana morder sus uñas en desespero.

-¿Por qué no te dejaron entrar con ella?- preguntó con genuino interés.

-Solo ella puede estar en el quirófano.

–Debe estar angustiada.

El hombre suspiró y asintió con pesadez. Definitivamente, para Jeno esa era la sensación más angustiante que había experimentado a sus diecinueve años. Observó frente suyo como Yoona masajeaba la mano de su esposo mientras este la abrazaba.

El reloj marcaba las 7:00 cuando el señor Oh llegó con sus pertenencias. Con sigilo, el hombre se dirigió a su padre e hizo una reverencia.

-Señor Lee, sus pertenencias.- Luego susurró otras palabras, pero Jeno no le tomó importancia hasta que observó el rostro de su padre endurecerse.

-Cancelalo, mi hija está en labor de parto.

-Amor...-Le llamó Yoona, pero su padre la ignoró.

-Jeno, toma tu bolso y dirigete al consultorio de Kim.

-¡Donghae!- su padre volteó al llamado de su esposa y frunció el ceño. -Ese asunto es bastante importante, solucionalo y vuelves. Yo te mantendré informada.

Jeno tomó la bolsa de las manos del señor Oh y le dió las gracias en un susurro. Su padre se levantó del asiento para dirigirse al hombre y susurrarle algo. Luego, lo observó a él.

-Mandaré un auto para tí.

-No hay problema, puedo ir en bus.- Su padre hizo una mueca pero asintió. Cuando se despidió le dió un largo abrazo y le aseguró que no se preocupara por su hermana.

Eran las 7:35 cuando estuvo listo y salió de la clínica privada del esposo de su hermana. Con su bolso en sus hombros, caminó hacia la parada de buses indicada en su teléfono. Al llegar una anciana le dijo lo lindo que se veía y él le agradeció con una sonrisa.

bus • nohyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora