El Hermano de mi Mejor Amigo [Fred W. x Harry P.] © ✔️

1. La Carta y la Tía con un Secreto

Kiara Potter

Harry Potter, huérfano con miopía, víctima de bullying por parte de su primo y su tío, entre otras descripciones.

Él pasó a ser cargo de los Dursley, la familia muggle de su madre tras su asesinato y el de su padre.

El chico no vivió una niñez sana, pues como ya mencioné, sufría bullying, además de maltrato físico y psicológico por parte de su tío: Vernon Dursley.

No comía mucho, al menos no lo adecuado para su edad; tampoco es que no comía nada, claro, pero, así que comiera la cantidad adecuada para él, no lo hacía. Lo único que hacía, era limpiar la cocina, servir de comer, y quedarse callado ante los abusos por parte de su tío y primo. Ayudaba a su tía, quien lo entendía, poco, ya que a veces lo ayudaba con las peleas contra su tío o primo, pero, lo ayudaba y lo entendía, ya que, él era hijo de su hermana; ella cuidaba a Harry como si el niño fuera suyo.

—¡Potter recoge los platos! —ordenó Vernon levantándose de la mesa.

—Sí tío Vernon... —respondió el pequeño dejando a un lado el mantel que usaba para sacudir toda la sala. Fue a recoger los platos, y los llevó al lavadero, de ahí, su tía se encargaría. Timbraron, era el correo, como todas las mañanas, Harry fue a recibirlo; cuando lo revisó, vio una carta, que tenía su nombre:

Señor H. Potter
Habitación de la derecha
Privet Drive, 4
Little Whinging
Surrey

—¡Llegó el correo! —gritó su primo corriendo.

Harry rápidamente escondió la carta para él, y le entregó las demás, Dudley las agarró y se fue corriendo, el pequeño atrás de él, pero más lento.

—Harry, te puedes ir —dijo Petunia, el mencionado agradeció y se fue a su habitación, una vez estando ahí, abrió la carta.

15 minutos después...

—¡Tía Petunia! —gritó el niño totalmente anonadado. Bajó corriendo las escaleras, y entró a la cocina—, ¡Tía!

—¿Qué pasa, Harry? —preguntó ella.

Él le enseñó la carta y la mujer quedó completamente feliz. Resulta, que esa carta, era del Colegio Hogwarts, un colegio para brujas y magos de todo Reino Unido, diciendo que lo habían aceptado y que podía ir a estudiar allá, mandaron la lista de útiles que necesitaría el alumno, en este caso Harry, también un mapa de cómo llegar al Callejón Diagon, entre otras cosas.

—¿Puedo ir? —preguntó el azabache ansioso.

—¿A dónde?

Harry Potter

Me enteré que soy un mago, gracias a una carta que me llegó de una escuela de magia llamada Hogwarts. Estaba muy emocionado.

—¡Tía Petunia! —grité bajando las escaleras corriendo y entrando a la cocina—, ¡Tía!

—¿Qué pasa, Harry? —me preguntó.

—¡Mira! —le enseñé la carta.

Después de que la leyera toda, le pregunté ansioso:

—¿Puedo ir? —ella estaba a punto de responder, pero alguien más llegó donde estábamos.

—¿A dónde? —Vernon Dursley, el ser más despreciable que he conocido en toda mi vida, entró a la cocina.

—No te interesa, Vernon —respondió mi tía, me tomó de la mano, y nos fuimos a mi habitación.

—¿Entonces?