Dos chicos besándose ; Brightwin

Without you

Todo estaba mal, Bright se sentía vacío sentado en la misma mesa que se sentaba con Win sin que él antes nombrado esté ahí, contagiándole su risa, su hermosa sonrisa iluminando todo.
Gun ya no insiste fingir en la relación que todos creen que son, y Vachirawit le agradece porque no quiere sentir la boca de nadie más sobre la suya después de los labios de Win.
 
Metawin no estaba mucho mejor tampoco. Aunque poco y nada se sabía de paradero, llevaba faltando dos semanas al colegio y Bright comenzaba a desesperarse.
 
19 llamadas perdidas, 20 mensajes sin abrir, Win decidió dar por apagado su móvil hasta nuevo aviso.

Tanto tiempo había guardado ese sentimiento de amor por Vachirawit que ni recuerda en qué momento comenzó todo. Tal vez fue la vez que se encontró a Bright durmiendo de pie en el supermercado o cuando terminaron compartiendo autobús y accidentalmente su cabello se atoró en la camisa de Vachirawit. Win sonrió ante aquello, acomodándose sobre el sofá de su casa mientras los recuerdos iban a su mente.
 
Quizás no había un momento preciso en donde comenzó a sentir amor hacia el torpe de Bright, quizás solo llegó, el amor es así, llega sin avisar y te da de golpe. Quizás no haya algo que lo haga decir qué es lo que más ama de Bright, es simplemente él.
 
Y cuando llaman a su casa a las nueve de la noche, Win sabe quién está del otro lado de la puerta y no duda en abrirle y correr hacia él.

— Perdóname, no puedo estar sin ti, Winnie, sentí que moriría, no estabas en ningún lado, yo... Simplemente terminé con Gun.

Porque no hay un minuto en el que Bright no haya extrañado a Win, y Win no puede entender cómo es que no puede seguir sin el mayor.