Ángel por accidente

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ALICE

   Estoy avanzando lo mejor que puedo ante los tirones del chico, que en realidad sólo me sujeta con una mano.

-Te dicen que me sueltes, tengo que ir a clases. Es el primer día.

   Sí, ayer regresé de unas largas vacaciones y hoy regreso a clases. Qué hermoso, ¿no?

-Y te dicen que no puedes- me jala y caigo al suelo- Tengo que darte las indicaciones de lo que debes hacer en casos de que pase algo. Te lo dije anoche, que ni siquiera dormiste.

-Porque es imposible con estas cosas- miré las alas-, incluso acostarse boca abajo es incómodo, ¿cómo puedes dormir con ellas?

-No duermo mucho. Sólo si voy a hacer alguna actividad importante.

-Bien- suspiro y digo molesta-: ¿Cuáles son las indicaciones?

-Primero- se endereza y camina de un lado a otro como un capitán del ejército-: si por alguna razón sientes un cosquilleo en las alas, avísame. Cualquier estímulo en ellas que te afecte es importante. Segundo: si sientes impulso de volar, quiero que entiendas que no puedes, ¿bien? Y tercero: si las alas comienzan a ponerse visibles, corres y te escondes. Yo te encontraré.

-Bien- suspiro sin importancia-. Espera, ¿visibles? ¿Las puedes desaparecer? ¡Tuve que rajar mi camisa para ponermela!

-Es más bien modo espiritual. En que siguen presentes, pero no se ven ni se sienten. O los demás no lo sienten, mejor dicho... Oye, te lo dije anoche, pero estabas todo el rato quejándote de tu espalda.

-¡Haz que desaparezcan! Porfis, no podría recostarme en el césped de la escuela- junto mis manos, suplicando.

Rueda los ojos y las alas desaparecen.

-¡Perfecto! Muchas gracias, ahora a desayunar que no cené anoche- me pongo otra camisa encima rápidamente, porque no pienso sacarmela frente a él y algo por la puerta dirigiéndome al comedor rápidamente antes de que me diga algo más. Mi estómago se está comiendo así mismo en este momento.

   Si por alguna razón se preguntan ¿por qué lo tratas así, sabiendo que es un ángel? o ¿cómo es posible que te controles de esa forma? Y la respuesta es, que he practicado mis nervios antes. Sólo tengo que esperar estar sola y dejo escapar todo lo sucedido con gritos y risas.

   Sep, como cualquier otro día.

   Llego al comedor y mi familia ya se está retirando de la mesa.

-Primer día y te retrasas al desayuno- termina de beberse el café mi papá-. Está servido, pensamos que te demorarías en hacerlo.

   Me acerco a la mesa y está un vaso con jugo y unos cereales servidos.

   Como si fuera mucho trabajo hacerlo.

   Lo deboro todo y me lavo los dientes rápidamente, para luego correr con mi hermano al autobus. Lo cual llegamos a tiempo. Cuando se detiene en la escuela, bajo rápidamente empujando a mi hermano y subo las escaleras principales, y en el montón de gente del pasillo distingo a una persona muy especial, que también me ve al instante.

-¡Sarah!

-¡Alice!

   Corremos hasta alcanzarnos y nos abrazamos.

-¿Qué tal tus vacaciones?- digo.

-Geniales, Alex lo pasó conmigo.

   Le sonrío, aunque estoy algo celosa, ya que su novio es perfecto, al igual que ella. Al inicio nuestra amistad fue por conveniencia: ella me "popularizaba" y yo le enseñaba; pero con el tiempo nos hicimos más amigas y nos volvimos inseparables. Aunque hay unas veces en que me molesta cuando se burla de los nerds o alardea sus cosas, pero de a poco se le va pasando.