Reencuentro - tercera parte: solo mío

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Salió con una bolsa de etiqueta negra, reservándose su contenido. La sonrisa en sus labios se mantuvo hasta llegar al apartamento del castaño, quien se sorprendió al verle, sonriéndolo como si nunca le hubiera llegado aquel mensaje. – ¿qué haces aquí? – Tartamudeo. El pelinegro, no desistía de su sonrisa, que en vez de recrear felicidad en DaeHyun, le proporcionaba terror; – ¿qué traes en esa bolsa? – Volvió a preguntar, esta vez un poco más seguro.

– ¿qué no puedo visitarte? Recuerda que aún tengo la copia de las llaves.

–Deberías abrir la puerta sorpresivamente del apartamento de tu novia.

– ¡Cállate! Eres un idiota Jung DaeHyun. Ella y yo no tuvimos ni una caricia amorosa, ¿por qué siempre eres tan impulsivo e irracional? – Vociferó iracundo.

–Viste el mensaje…

La sonrisa en el rostro del joven de amplias mejillas había decaído, sus cejas estaban encontradas, junto con una vena que se asomaba en su frente a punto de estallar. –Mereces un castigo, por ser tan idiota– Prosiguió, sacando los objetos de la bolsa. –Me debes una disculpa, pero me conformo, con que aprendas de tu castigo– Al castaño observar las cuerdas se rió forzosamente, esperando a que le dijera que todo era una broma, pero lamentablemente no era así… El pelinegro se mostraba como el dueño del control, era el amo, que ahora lo iba a someter a la sumisión.

Lo tomó del cuello de su camisa y aprovechando lo incrédulo que estaba; lo empujo hacía la cama, logrando en un santiamén amarrar sus manos, con un amarre difícil de desanudar. Utilizó para inmovilizar sus pies unas correas, pero el castaño aún podía moverse, era incluso posible,  de que cambiara de posición, rotando y quedando boca abajo. El castaño rió con sarcasmo, diciendo: ¿Qué demonios estás pensando hacer YoungJae?; pero él no le contestaría, estaba tan concentrado sacando su lencería y seleccionar cuál sería su objeto inicial. Optando al final por un pequeño flogger, dando un golpe a la cama, que dejaría al joven Jung despavorido por el sonido del azote.

– ¿Acaso pretendes matarme?; ¡guarda eso!; – Rogó, abriendo su boca lo más que podía y al YoungJae comprender lo complicado que sería buscar el silencio, Lo amordazó, no colocando la mordaza que compró, sino una dulce manzana en su boca, volviendo a sonreír y soltando una risilla, debido a lo gracioso que se veía, creando profundos escalofríos en el mayor.

–Hoy soy quien dominara aquí… Susurró en la oreja izquierda de DaeHyun. En un tono bastante acosador. Luego hizo sonar de nuevo el flogger a través de un latigazo, que aún no rosaba en la espalda del chico de piel canela, hasta unas palabras impronunciables se  filtraron pese a la manzana. El pequeño látigo lo había tocado levemente; el pelinegro solo podría sonreír, cuando en su otra mano sostenía una pluma, con la cual le hacía cosquillas en otras parte de su cuerpo, dejo a un lado el flogger, no le pareció muy divertido el dolor por medio del placer y los ojos de DaeHyun reflejaron una corta tranquilidad, ya que el flogger sería reemplazado por una regla de más o menos un metro. Haciendo énfasis en las nalgadas que le daría con la regla, YoungJae se veía realmente feliz de observar como el joven Jung lo miraba aterrorizado y esperando a que parara de inmediato. Los reglazos comenzaron y quizás del mismo dolor superficial, escupió la manzana de su boca, ahora gritando lo más que podría que lo soltara.  – ¿Te has vuelto loco?; ¿por qué me desnudas, amarras y amordazas? –  El pelinegro calló y ahora se preparaba para lanzar su último reglazo que contenía su fuerza y furia al máximo.

CONCUBINAGE (DaeJae - B.A.P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora