– ¿Qué quieres qué le diga a tu madre?– Preguntó la rubia, algo desconcertada.
–No. Mejor yo hablo con ella ¿sí?
–Está bien… Masculló la mujer secamente. Mientras el pelinegro terminaba la llamada.
Guardo inmediatamente su celular, sin antes eliminar el registro de llamadas recibidas. Esperaba a alguien en medio de la playa a las 5:00 PM, ya comenzaba a oscurecer, no quería perderse del atardecer y tampoco quería que él lo hiciera, tenía dos meses desde aquella vez en que dio la vuelta marchándose prometiéndole que algún día lejos sus países de origen se volverían a encontrar. Los padres de YoungJae lo hicieron volverse lo más pronto posible en vista de que aquel vínculo matrimonial era algo perfectamente absurdo, o al menos eso pensaba su familia altamente homofóbica. Un vehículo deportivo se estacionó; abriéndose la puerta al instante, dejando al descubierto con el abrir de la puerta a un joven de aproximadamente de 20 años. Se mostraba contento con una sonrisa reluciente y una mirada picara hacía el pelinegro, que luego hizo una señal para que viniera a donde él estaba, pero este negó ladeando la cabeza, haciendo que apareciera un enternecedor puchero mezclado con unas cejas arqueadas denotando enojo.
– ¡Llegué mi hermoso queso!; ¿Acaso no piensas abrazarme?
– ¿Queso? – Expresó YoungJae algo extrañado.
–Ya, ya, ya. Déjame tener ratos románticos y burlones contigo. Llegué hace media hora y no fuiste a recogerme al aeropuerto.
–Me enviaste el mensaje hace tan solo unos minutos… Sabes que amo ver el atardecer. Contesto el chico de las amplias mejillas a su enamorado Jung DaeHyun.
Un suspiro salió de los labios del castaño. Ese chico que lo conoció por vagas promesas de la vida y que ahora aunque nadie lo supiera, solo podía llamarlo como algo… Su novio, quien se notaba muy complaciente, seguro estaba feliz de volver a verlo, ahora en los Ángeles lejos de todos, especialmente de los ojos críticos de sus familiares, pero tal felicidad no se veía ni en el saludo o alguna sonrisa en su rostro. –No pareces muy feliz al verme; creo que ver el paisaje citadino o el mar, te hace más feliz que mi presencia. Un sollozo pareció escaparse de los labios de YoungJae. –Olvídalo– Contesto, antes de que DaeHyun se lanzara a abrazarlo. Un silencio incomodo permaneció durante varios minutos en el ambiente, hasta que el pelinegro en un intento por romper el silencio es besado de la manera más dulce por el castaño, causando una ligera sorpresa, ya que era la primera vez que lo besaba en público. Sus gruesos labios eran tratados como a una burbuja, donde él exploraba sus más recónditos temores y ternura a través de su boca. Haciendo a que reviviera de una buena vez por todas, el Yoo YoungJae por el que tanto se sintió atraído desde aquella vez en que lo vio. Sus manos fueron bajando a la entrepierna del joven un año menor, perturbando su equilibrio emocional. – ¡Vamos a tu apartamento ya! –Exclamó Jung. – ¿Qué manera de consolarme es esa? –La ingenuidad ficticia del menor lo hizo estallar en risas.
–Dijiste que vivías cerca de la playa… Así que no debe estar muy lejos.
– ¡Cállate y mira el atardecer!
Las nubes anaranjadas y difuminadas, proyectaban en YoungJae una sensación de paz, que hasta ahora estaba empezando a entender el un año mayor. El silencio reino, pero ya no de manera incomoda. Un beso se avecino de nuevo, esta vez con un impulso más pasional que el anterior, mordiendo el labio inferior del pelinegro. –Calma… Mi apartamento no esta tan lejos– Las manos muy masculinas del castaño, ya empezaban a rosar la piel relativamente blanca del chico que se posaba enfrente de él con ganas de quitarle la ropa. Arrancó el primer botón de su camisa haciendo a que YoungJae se alarmara. – ¡Ya! Vámonos, cálmate Jung DaeHyun– Un susurró dictado por el chico de piel canela se escuchó. – ¿tienes idea de cuánto extrañe el rose de tu piel? Y me estas pidiendo que me resista– La reacción del joven Yoo no era ni positiva, ni negativa, sólo lo miraba incrédulo ante sus palabras.
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CONCUBINAGE (DaeJae - B.A.P)
Hayran KurguJung DaeHyun es un excéntrico heredero, proveniente de una de las familias más prestigiosas del sur oriente de Asia, pero radicado desde su niñez en el medio oriente. Antes de nacer y por un pacto económico para que su fortuna prevalezca, sus pad...