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Agatha se encontraba en la pequeña casa cerca del bosque en Inglaterra, donde vive con su novio Harry, en donde la compraron después de la guerra, ambos siendo aurores, viven felices, viendo a sus amigos y familiares, conviviendo como en los viejos tiempos. 

Ella estaba preparando la cena en la cocina, Harry todavía no llegaba, a ella no se le hacía raro, ya que ambos tienen horarios diferentes en el trabajo; ella tarareaba una canción muggle que Harry le mostro.

Era feliz con el hombre que ama, y el la ama a ella.

Escucho la puerta crujir. "Llego". Pensó ella, con una sonrisa dibujada en su rostro. Se acerco a la puerta para ayudar a su amado, que venía cansado del trabajo.

—Hola amor ¿Cómo te sientes?—pregunto besando su mejilla, ella siempre se preocupaba por él. 

—Bien... En lo que cabe— respondió seco y sin ánimos, a ella le pareció raro, él siempre la trataba con amor y con cariño.

—Bueno... Ya está lista la cena—respondió con una sonrisa, saliendo de sus pensamientos.

La chica fue directo a la cocina todavía pensando en el comportamiento de su novio, agarro los platos de la estantería y empezó a servirla en los platos.

En cambio el chico, se quitó el abrigo y la corbata, en los últimos meses conoció a una chica muggle, en la cual comenzó una amistad siendo al final termino sintiendo cosas por ella y ella a él, él sabía que estaba mal mentirle a su novia, diciéndole que la ama, demostrar el amor que supuestamente le tiene; lo ha estado atormentando los últimos días. 

Para el, Agatha es una chica increíble, es amorosa, no juzga a nadie por su estatus de sangre ni económico, es extrovertida, alegre, es la mujer maravilla dicen los demás, todo hombre daría lo que fuera para tener una chica como Agatha.

No quería seguir engañándola, él le dirá, ella no merece eso, ella necesita a un hombre que la ame de verdad.

—Ya está servida la cena—la voz de su novia lo saco de sus pensamientos.

Tomo aire y se acercó a la mesa, donde estaban los platos con su comida favorita, ama el cómo cocina ella, le sonrió y se sentó seguido por ella.

Durante la cena ella intentaba sacar un tema de conversación, pero él no quería hablar de eso, la chica quería saber lo que le ocurría a su novio, el aire era tenso. Al terminar, ella llevo los platos al lavabo para lavarlos, Harry se levantó de su asiento y reposo los codos en el desayunador que está cerca del lavabo, decidido hablar.

—Agatha—llamo la atención de su novia, quien giro para mirarlo directo a los ojos—Debemos hablar—dijo, noto el nerviosismo en ella.

—¿Sucede algo malo?—su voz sonaba preocupada, el empezó a tener nervios.

—No. Solo que...—dio un respiro profundo—Quiero ser sincero contigo...—ella lo miro atentamente y el bajo la mirada—En estos últimos meses...—empezó a formarse un nudo en su garganta—He conocido a una persona... Y la verdad, empecé a tener sentimientos por ella... Se que estuvo mal no decir nada, no quiero seguir engañándote, sé que te hago daño y no quiero seguir asiéndolo... Mereces algo mejor—levanto la mirada para verla, los ojos de la chica salían lagrimas que recorrían por sus mejillas, estaban rojos, al igual que la punta de su nariz, sus mejillas estaban coloradas, le dolía verla así.

—¿Todos los Te amo eran falsos?—su voz sonaba entrecortada, mirándolo sin tener respuesta—¿Al igual que las caricias, los besos, los abrazos? ¿Y también cuando lo hacíamos? ¿Todo era falso?—sus lágrimas salían sin parar.

Sentía que se derrumbaba, su pecho le dolía, como pudo ser tan tonta por no darse cuenta, se preguntaba ella misma, ella todavía lo sigue amando, no quiere que se valla, pero de todas formas tiene que aceptar la realidad, no cegarse.

—Lo siento, espero y me perdones—a Harry también le salía lagrimas pero no tanto como Agatha.

—Muy bien—dijo secándose las lágrimas y calmando sus sollozos—No te estaré rogando para que te quedes conmigo, dormiremos en diferentes cuartos, mañana te puedes llevar tus cosas y luego hablaremos de como repartiremos la casa—dijo sin más, mirándolo, el solo asintió y fue a buscar su ropa de dormir, para dormir en la otra habitación.

Cuando vio que Harry se fue a otra habitación, las lágrimas salieron de nuevo, se sentó en el piso de la cocina con sus manos cubriendo su cara. Estaba destrozada, dolida, su corazón le dolía, intentaba calmar sus sollozos, su voz se entrecortaba, años de relación tirados a la basura.

—¿Por qué a mí?—se preguntó a sí misma con un nudo en la garganta.

En la habitación, Harry también estaba triste, le dolía romper con ella, pero era lo mejor para ella, no quiere seguir mintiéndole. El solo siente cariño por ella. El reconoce que fue la mejor novia, los mejores recuerdos de su vida, algunas veces tenían peleas pero siempre dialogaban para arreglarse.

❄︎𝓞𝓾𝓻 𝓕𝓲𝓷𝓪𝓵 𝓝𝓲𝓰𝓱𝓽 𝓐𝓵𝓲𝓿𝓮❄︎ ʰᵃʳʳʸ ᵖᵒᵗᵗᵉʳ ʸ ᵗᵘ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora