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— no te veo perturbada por el asunto — hablo con voz ronca, ocupando las ruedas de la silla para acercarse a mi. 

mi respuesta fue unicamente reacomodarme en la silla, encorvando mi espalda para exponer mi pecho, sentia los pezones hacerme cosquillas, nececitaba estimulacion en ellos o me volveria loca en muy pocos segundos. mi miraba fue firme hacia sus ojos, y el solo rodeo con los dedos el expansor cubierto con el plastico 

— mhm... si me gustaria escuchar lo que tienes que decir, pero se me hace mucho mas sexy verte asi, como estas — siseo las palabras, estirando la mano a mi cadera, pasando los dedos suaves bajo la blusa del trabajo, acariciando mi abdomen, desabotonando desde alli. — veo que no hay resistencia... ¿lo esperabas?

solo respondi moviendo mi cadera, para darle mas acceso a mi, dejado que abriera mas la camisa. no me habia dado cuenta hasta ahora que me habia atado. las muñecas junto a mis caderas y su cinturon apretando mi cuello afirmado en el fierro que unia la cabecera con el respaldar de la silla. apretaba firme, el gemido que solte sonaba ahogado. su mano me corria suavemente, sin prisa. asi me lo habia imaginado, tocaba mi cuerpo de la misma forma que tocaba mis encias en las revisiones. y sus dedos eran una maravilla. parecia conocer cada zona erogena de mi cuerpo de la misma forma que conocia cada paleta, incicivo y molar de mi boca. 

cuando tuvo mi camisa abierta paso la mano debajo del centro del sosten y acaricio alli, levantandose del asiento. moviendose, seguido de mi mirada hasta que su pelvis se pego a mi hombro y el pudiera mirarme desde arriba. rompio con un bisturi mi brasier y descubrio mis senos listos para ser manoseados. no dudo y cogio el aspirador, llevo la punta a mi pezon y comence a retorcerme en gemidos. se sentia muy bien en verdad. 

mi mano se movio con desesperacion en su mordaza, y la gire de modo que pude estirar mis dedos a la Pelvis de Dante, que habia dado un paso al lado cuando cogio la indumentaria que ahora me estaba haciendo gemir. como pude acaricie con los dedos el bulto sobre el pantalon, y el complacido se acerco mas a mi para que pudiera seguir estimulando la zona. su mano se fue a apretar la abrazadera de la silla y movio suavemente su pelvis contra mi mano mientras yo me podia deleitar de aquella expresion de placer. la mano a la altura de mi pecho solto el aspirador dejandolo caer a un lado, solo para llevar su mano a mi boca y acariciar mis encia y mis molares mientras gemia. sus gentiles manos otra vez recorriendome, y disfrute del momento por lo que me parecio una infinidad. hasta que parecio buscar mas, y se aparto un paso, sorprendiendome, llevando ambas manos al pantalon para dejarme libre su bulto. 

su miembro tenia un buen tamaño, un aspecto peculiar, la circunsicion era normal en los hombres, pero en el dorso, lograba ver cicatrices lineales que cubrian desde la base hasta practicamente la punta. mientras acercaba su miembro a mi boca, embistiendo mi cabeza rapidamente, pude darme cuenda de que eran esas cicatrices, se trataban de los rasguños de unos frenillos, e imagine a la chica que estaba haciendole ese formidable oral y la envidie, la envidie por no poder darle el placer que el se merecia. 

mi lengua se movia en zigzag apenas, intentaba componer mi estomago mientras el follaba mi boca con dureza. y los gemidos que proferia sonaban humedos. 

— ah dios... tu si quieres esto — jadeo cuando se aparto de mi boca y con rudeza se fue a mis pantalones, desabrocho la bragueta y me los bajo de a tirones hasta mis tobillos. bajarlos mas era imposible por las mordazas con las que me habia atado, pero era perfectamente suficiente para sus planes. 

note tambien buscaba mi placer, senti mi pecho incharse por eso. me sentia hornada. sus manos en mis senos solamente habian sido por su placer, pero el hecho de que estuviera ocupando las suaves cerdas de aquel cepillo para estimular desde mi ingle, en la tentativa de ir mas adelante, era solo para mi. gemi cuando paso el cepillo por mi clitoris, e hice retorcer mis caderas en busca de mas, el introdujo el mango por mi entrada y comenzo a moverlo con cierta rudeza mientras buscaba el succionador que colgaba de la silla, lo hacerco a mi clitoris y el doble estimulo me volvio loca. mis gemidos, altos, agudos; mis lagrimas de placer y la humedad que llego al suelo con el orgasmo producido. 

— el ochenta por ciento de las bacterias no acaba en tus dientes cariño, voy a acabar en tu garganta... — prometio, soltando el cepillo de dientes, dejando el mango suspendido en el interior de mi vagina antes de ir nuevamente a follar mi boca, manteniendo la estimulacion en mi clitoris con el succionador. 

su mano estaba firma en mi nuca, sosteniendola mientras la follaba con dureza.  de reojo podia verlo hacia arriba, y para mi deleite se habia encorvado hacia atras, con la mirada hacia el cielo y el pecho inchado. fue gloria pura cuando senti su semiente en mi lengua y pasando lentamente hacia mi garganta. tibio, delicioso. 

al apartarse de mi, jadeando, volvio a sentarse. y como si la metodologia de su trabajo lo dictase de esa forma, acerco la silla a mi y comenzo a tomar sus implementos. reviso mi boca como a cualquier paciente, no como me habia estado acariciando las ultimas semanas, escudriñaba en busca de algo. y parecio encontrarlo. 

— es perfecto — murmuro, permitiendome sentir el aroma a hierba buena de su boca en mi rostro. 

no se aparto un centimetro y cogio indumentaria. el dolor fue punzante, horrorosamente placentero fue cuando arranco el molar y pude sentir el sabor de mi sangre en la boca, llenando mis mejillas hasta comenzar a caer hasta el suelo. lo que salio de mi boca fue un gemido quebradizo en vez de un chillido, y lo mire contenta de que pudiera obtener s trofeo, una parte de mi viviria con el por siempre. 

— eres mi favorita — me confeso, inclinandose a besar mi mejilla con una dulzura inhumana. y jalo con fuerza el cinturon en mi cuello, haciendome desvanecer de placer. habia sido la mejor noche de mi vida, de la cual nunca desperté. 

Fetish - Colgate 360 [Hot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora