ALGUIEN PARA MÍ.

III

Se suponía que papá ya había dejado de soltar aquellas feromonas que provocan aquellos malestares. ¿Entonces por qué seguía con aquellos síntomas?, ya había descartado la opción de que la cena le cayera pesada la cena. Y aunque siguiera intentando preguntar un por qué, él lo sabía, lo sabía desde el principio y aquella prueba con dos rayas se lo confirmaba.

Por el momento solo podía recargar su frente sobre el espejo de su baño reprendiéndose mentalmente por no hacer caso y haber seguido su instinto omega junto a su necedad.

Recordaba perfectamente que después de haber perdido su virginidad su compañero se había arreglado su traje y a él le había dado una manta que al parecer alguien de aquel edificio dejó secando y lo acostó ahí y después se fue. Realmente no le importo que se marchara sin decir nada, ya que tampoco esperaba la gran cosa, pero si le sorprendió cuando después de unos minutos regresó con una pastillas para el dolor, unas toallas de bebé con las cuales le limpió las piernas, también le colocó una toalla sanitaria para que no se le marchara el traje con el semen que podría escurrir de sus piernas cuando regresara a casa, había sido considerado tomando en cuenta que todo había sido improvisado, pero al final antes de despedirse le dio una botella con agua con un anticonceptivo, le había dicho que era muy joven para empezar con responsabilidades y a Peter le pareció lindo aquello pero en ese momento seguía sin querer pensar adecuadamente así que pensar en tomar algo que le arruinará la posibilidad de tener un cachorro a su lado omega no le gustó, así que fingió tomarla y en un descuido del mayor él la lanzó lejos.

Y ahora gracias a eso estaba esperando un bebé. No sabía qué hacer con la situación, aunque era obvio que no se desharía de él, no se atrevía ni quería. Pero estaba consciente que cuando naciera muchas cosas cambiarían o mejor dicho estaban cambiando. Tendría que dejar la escuela por un rato, no podía permitirse ir a la escuela con un gran vientre sería un escándalo y más considerando que sus padres eran Iron Man y el Capitán América y aunque se suponía que no todos lo sabían por su seguridad no podía evitar imaginar que alguno que supiera fuera con el chisme del que el preciado hijo de los héroes de américa había salido con su domingo siete.

Pero ahora que lo pensaba cómo no se habían dado cuenta de su estado. Se lo estuvo preguntando durante una media hora aún dentro del baño. Hasta que recordó, nadie había notado el embarazo de su padre porque él había sido un cachorro virgen lo cual era obvio que su aroma era dulce y ahora estando embarazado se había endulzado más pero nadie lo había notado ya que tal vez ese dulzor extra se le había quedado pegado con la cercanía de su padre, y si era así lo agradece pero tenía que pensar rápido que es lo que haría porque cuando su cachorro se empezará a mover comenzaría a tener un aroma propio el cual obviamente sería diferente al de su futuro hermano. Aunque tampoco era necesario esperar solo al aroma ya que si no era eso el crecimiento de su vientre sería el que lo evidenciará.

Pero por el momento solo quería gritarle a su almohada, por hacer algo por despecho, por no tomar el estúpido anticonceptivo y a su bendita suerte por quedar preñado en su primera vez y sin estar en celo, cuando se suponía que la probabilidad era menor al 10%.

Continuará...
15/11/21