Antes ya he mencionado que vivíamos en el Peten, prácticamente la selva y uno de los Barrios más pobres de la península de Yucatán, ahí Yo me dedique a dar clases de defensa personal a niños y niñas del barrio cobrando .20 centavos por alumno, hasta el tío Marco Sahagun hermano de mi madre, se dedicaba a lavar y planchar ajeno, y así cada quien, el que no contribuia nada era Thomas, el huevón y consentido de la casa. Por varios años Thomas vivo en el corral de las gallinas del que casi nunca salía, escondido del mundo exterior debido a su deformidad, mis padres siempre estuvieron orgullosos de lo bien que trataron a Thomas, cada semana le cambiaban el periódico del suelo, para que el señor importante durmiera sobre la sección de noticias policiacas que parecía ser su favorita, le daban de comer 2 veces al día en un plato que tenía escrito su nombre y lo sacaban una vez al día para hacer sus necesidades en la calle, por eso nos pareció incomprensible como termino todo.
Un día, el dueño del circo Atayde se paseaba por las calles del barrio anunciando las atracciones del circo pues se había establecido cerca, iba gritando y regalando algunos boletos promocionales, a mi me dio uno de esos boletos, una entrada gratis para un niño, acompañado por un adulto.
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Casualmente esa tarde mi madre había sacado a Thomas para que hiciera de las suyas en la calle, lo tenía amarrado del cuello como siempre, ya que mis padres habían hecho un esfuerzo para comprarle a Thomas su propia cadena que nunca se quitaba para que no se saliera del corral y saltará la albarrada ni se perdiera en la calle, cuando el señor Atayde se acercó, observo una criatura con una deformidad nunca antes vista, rápidamente ofreció a mis padres un trato para mi hermano. Firmarían un contrato para que Thomas trabajará como fenómeno del circo 3 noches por semana. Esta propuesta ofendió mucho a mis padres, hasta que el dueño del circo ofreció pagar con 1 kg de frijoles bayos por cada función. Hoy tal cosa sería motivo de escándalo, pero comprendan que atravesábamos una situación crítica. Fue una oferta que mis padres no pudieron rechazar y exigieron que fuera por 4 noches a la semana. Finalmente el trato fue cerrado y Thomas pudo lucir tres aretes la noche de su debut en el circo.
