El descendiente

El pasado nos asecha.

Kim Hyunjin

Al fondo de algunos valles de tonos cálidos, se encontraba en la capital de Corea del Sur, Seúl, una espaciosa ciudad que resguardaba el reino de la dinastía Kim, que era conocido por su gran riqueza y poder ante los pueblos vecinos, todos dirían que las cosas funcionaba a la perfección, es decir, que aquel reino proporcionaba los bienes básicos a los pueblerinos a cambio de impuestos y reglas sencillas de seguir, pero a unos cuantos kilómetros se encontraba la competencia de esta no tan humilde dinastía, y es que en la capital de Corea del Norte, Pionyang, se encontraba la dinastía Min, sus ancestros habían hecho un trato para mantener a ambas Coreas separadas y cada una con su respectiva dinastía, pero para las nuevas generaciones esta idea no era muy atractiva, el hombre es un ser lleno de avaricia y los nuevos reyes no se conformaba con que hubiera dos dinastías, y el único pensamiento que tenían en su cabeza era expandir sus horizontes, pero había algo que los reyes anelaban más que eso y era la victoria de haber derrotado al otro y...

-Hijo no asustes a los niños

-Madre...-Mi intención no era mala, lo único que pasaba por mi mente en aquellos momentos era educar un poco a los hijos de las familias nobles, contarles un poco sobre nuestra historia, y hacerles saber que podían venir momentos difíciles, a los pequeños pareció haberles gustado la idea, y ahora me ganare un regaño por parte de mi madre –No lo hacía con mala intención

-Vamos lindos, vallan a buscar a sus padres

Pero... niños cobardes, apenas mi madre menciono aquello los mocosos salieron corriendo, como aspiran en un futuro a ser caballeros del reino si salen corriendo a la primera señal de un regaño

-Mejor deberías ocuparte de tus asuntos hijo, tienes muchos deberes pendientes

Aun no entiendo por qué se obsesionan conmigo, es decir, soy el tercero en la corona, yo no tendría que preocuparme por planear estrategias de ataque y cosas como esa, para eso está mis hermanos mayores, mejor dicho, hermanastros, hasta en la familia real las cosas eran complicada, el mayor de los kim debería encargarse de todo eso, al fin y al cabo ese es su destino

-Iré en un momento madre –Su molestia fue evidente, pues pude apreciar una mueca en su rostro cuando no cumplí su mandato, y entonces vino otra idea a mi cabeza, bien madre, ganaste solo por esta vez

Pasando por los espaciosos pasillos de aquel inmenso palacio y observando todas esas pinturas de nuestros ancestros, que estupidez cierto, tanto tiempo que tomo formar una alianza para que venga la nueva realeza a querer destruir todo solo por poder. Cuando me encontraba en el jardín pude oler las hermosas flores que este resguarda, sin lugar a duda la vista es una de las mejores cosas que este sintético reino tiene.

- ¿Qué haces por aquí? –Ya decía que este momento era muy perfecto, mi molesto hermano con aire de superioridad se encontraba a mi lado izquierdo afilando su estúpida espada

- ¿Tu qué haces aquí, no tenías una junta con nuestro padre?

-No te conviene hablar de mis deberes cuando ni si quiera has hecho los tuyos

- ¡Vamos! Cállate, tu no hubieras descuidado tus tareas de no ser por andar metiendo a tu pequeño amiguito en esa tonta chica de familia noble, ¿Enserio, alguna vez te has puesto a pensar que tienen en la cabeza para acostarse con un idiota como tú? – Parece que no, pero hablar con este incompetente idiota me pone de mal humor

-Tu, maldito, que estupideces dices, solo porque yo sí puedo tener algo de diversión no es motivo para que te enojes conmigo

Aun cuando dijo eso tenía una sonrisa patética en su rostro, pero en momentos como este creo que la vida es justa, ya que papá encontró al segundo al mando de su corona perdiendo el tiempo

-Hyunjin –Dijo mi nombre como si no le importara, y aunque no lo dice esta aliviado de que yo no sea el siguiente monarca del reino, que poco a poco se está cayendo a pedazos –Minho ¿Se puede saber en dónde carajos estabas?

Mire a mi hermanastro con un toque de diversión...

-Lo lamento padre, no volverá a pasar –se inclinó tanto que parecía que su espalda se iba a romper

-Bueno ahora yo me voy de aquí –Después de todo no tenía nada que hacer en medio de esa conversación

-Hyunjin, Irene te está buscando

-Gracias padre –Una leve reverencia y salí a donde creía que estaba mi madre

La historia de mi familia es algo particular mi padre, el gran Kim Namjoon, tuvo un amorío con una plebeya antes de casarse con mi madre, algunos pensaban que era algo repulsivo, pero nadie se atrevía a cuestionar el juicio del rey

-Me llamabas madre

-Yuzuru tiene que tomar medidas

- ¿Medidas?

-Para el banquete que se organizara en honor al regreso de tu hermano de la batalla contra los mercenarios

-No tenía idea de eso fuera motivo de celebración

-Hyunjin, guarda silencio por favor, será el próximo rey, tienes que respetarlo

-Claro madre, lo que tú digas

- ¿Has visto a tu hermano?

- ¿A cuál de todos?

-Al pequeño IN, también tenemos que tomarle las medidas

-Iré a buscarlo 

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Hello soy yo

Esta historia se esta haciendo en colaboración con mi prima jejejeje

Yo escribo y ella supervisa el merequetengue

Cambie y agregue algunos personajes, si no es de su agrado por favor no sigan leyendo, y si les gusta mi contenido, bienvenidos  

Espero la estén disfrutando, y cualquier error díganme

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Bay !

(Sin editar)

Es una historia que tenía en borradores la editar jeje me disculpo si hay algún error de continuidad o algo así