Y lo conozco.

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A llegado el día de la verdad.

El día en el que voy a limpiar la famosa casa de la persona X. En realidad estoy un poco nerviosa, para qué mentiros, toda esta aura de secretismo me parece una tontería enorme. Pero tampoco voy a quejarme, ya que a mi me conviene.

Estoy esperando fuera de la puerta de la empresa mientras espero que vengan a recogerme cuando veo una furgoneta negra con las ventanas tintadas y por un momento pienso que van a secuestrarme y que ya no voy a volver a ver a mis padres hasta que recuerdo que en realidad es el vehículo que tiene que llevarme hasta la casa donde tengo que dar el servicio. Porque no os lo perdáis, nadie sabe dónde está la casa y yo obviamente tengo que callármelo una vez que lo sepa.

Veo que baja del asiento del conductor un hombre alto y con gafas de sol que espero porfavor que sepa inglés para que no tenga que calentarme la cabeza hablando en coreano todo el rato, más que nada para no hacer el ridículo por que aun no se expresarme del todo bien en este idioma.

Por suerte, al verme parada me pregunta si soy yo la chica elegida y le escucho hablar un perfecto inglés y que lo entiendo estupendamente.

Le contesto que si tambien en ingles y espero a que el se ponga en marcha para entrar los dos a la furgoneta y acabar con esto cuanto antes, pero me sorprende verle mirándome fijamente. No entiendo la forma de ser de los coreanos, tan formales y rectos en algunas cosas y tan directos y bastos para otras.

Después del escaneo que acaba de pegarme decide hablarme.

- No sabía que la chica que nos iban a dar fuese a ser tan joven.

No se que contestar a eso, si querían a alguien más mayor que lo hubiesen indicado en las cláusulas del contrato ¿no?

- Soy igual de trabajadora y de profesional que cualquiera con más experiencia, no se preocupe.

Creo que he sonado muy altanera, pero es lo que realmente pienso. Vuelve a darme un último repaso y creo que está pensando entre dejarme allí y pedir a otra trabajadora o llevarme consigo.

Finalmente gana la segunda opción por que me dice que suba a la furgoneta y nos ponemos en marcha.

Veo cómo nos estamos dirigiendo hacia el barrio de Gangnam y no me extraña nada. Nuestros clientes son siempre de clase alta precisamente porque nos caracterizamos por nuestra profesionalidad y discreción, así que no es de extrañar que estemos por aquí. Escucho que el conductor tiene puesta la radio y en ella está sonando la canción del momento de uno de mis grupos favoritos coreano. El grupo se llama XXX, son cinco miembros y hace ya un tiempo que se han coronado como el grupo más escuchado de K-pop del mundo. Tarareo la canción mientras miro por la ventana y veo a la gente ir de aquí para allá. Voy sacar mi teléfono para ver si tengo algun whatsapp de Emily, estoy segura de que va a querer saber todo lo que hoy, creo que no termina de entender que tan solo voy a limpiar una casa enorme, ya esta. Estoy tranquilamente mirando el teléfono cuando el conductor me habla y tengo que levantar la cabeza para mirar al pequeño retrovisor de dentro de la furgoneta.

- ¿Te gusta esta cancion?

Oh vaya, creo que me a escuchado tararearla. Abro los ojos ante la sorpresa de escucharlo hablarme en coreano y preparo en mi cabeza lo que quiero responderle, a poder ser en un coreano que el pobre señor pueda entender.

- Si, el grupo me gusta mucho, hacen canciones muy bonitas.

Veo como sonríe mientras mira a la carretera. Uff seguro que le he contestado fatal.

- ¿Hace mucho que estudias coreano?

Vale creo que ésa pregunta me la hace precisamente por que no se me habrá entendido nada.

El viaje que lo cambió todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora